BAHÍA BLANCA (Medios digitales). La periodista Estefanía Heit, acusada junto a su pareja de haber secuestrado, golpeado y abusado sexualmente de una mujer durante más de tres meses en Coronel Suárez, negó las imputaciones y dijo que es “amiga” de la víctima que la denunció, afirmó su abogado Claudio Lofvall.“Me dijo que estaba sorprendida de que la víctima la haya denunciado porque tenían una relación de amistad de hace dos años y que solo por un tiempo ella estuvo viviendo en su casa”, aseguró el defensor a las agencias de noticias, que mantuvo un breve encuentro con Heit donde permanece detenida en Bahía Blanca. Al mismo tiempo, indicó que el marido de la periodista, Jesús Olivera, de 28 años, se entregará en las próximas horas a la justicia ante la fiscal de Delitos Sexuales de Bahía Blanca, Claudia Lorenzo, En tanto. Informó que Heit será indagada hoy porque hay numerosas prueba para analizar antes de efectuar el trámite. El abogado explicó que todavía no tuvo acceso al expediente, pero que tiene entendido que hay gran cantidad de videos secuestrados, entre otros elementos.Sobre el esposo de la periodista, Jesús Olivera, se supo que tiene varias denuncias por estafas y que decía ser pastor evangélico. La víctima, de 33 años, llamada Sonia, permaneció cautiva en condiciones miserables durante tres meses en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez. Fuentes policiales consultadas por el sitio Online-911 indicaron que la víctima logró escapar de la casa ubicada en Grand Bourg 1823, donde permanecía privada de su libertad. La mujer logró escapar de la casa y pidió auxilio en una obra cercana desde donde fue trasladada al destacamento policial San José. Luego la derivaron al Hospital Municipal “Dr. Raúl Caccavo” por su estado de shock.En el lugar se logró detener a la dueña de la casa, identificada como Alicia Estefanía Heit, una conocida periodista de la ciudad. Su esposo, un parapsicólogo, estaría ligado a una secta religiosa. El comisario Rubén Fernández explicó a A24 que la víctima permaneció tirada sobre un colchón atada con bolsas de nylon. “Se podría tratar de un hecho vinculado a un acto religioso. La joven mantuvo contacto con su familia durante el cautiverio. Les solicitaba dinero y les decía que estaba bien debido a que estaba amenazada por sus captores”, dijo. Por otro lado, Fernández aseguró que ante el estado débil de la mujer, si permanecía una semana más secuestrada su vida estaba en riesgo de muerte. La mujer era alimentada con polenta y alimento para perro por lo que perdió casi 30 kilos por las malas condiciones de alimentación. “Si hubieran pasado unos días más, seguramente no la íbamos a encontrar con vida”, dijo un médico policial.





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