SAN VICENTE. Hace más de dos años que funciona el comedor “Rayito de Luz” y es el único comunitario en esta localidad. Allí, todos los días de la semana más de cien niños del barrio Unidos concurren a almorzar.Los pequeños son atendidos por Fabián Bóveda, quien cuenta con la colaboración de comerciantes y empresarios de la zona y de las cocineras que se acercan a colaborar. El barrio Unidos se formó hace poco más de diez años. Su origen fue como el de muchas colonias, con la intrusión en propiedad ajena. Con el paso de los años las treinta hectáreas fueron ocupadas, mayoritariamente por gente muy humilde. Hace cuatro años el Iprodha compró la propiedad y loteó para sus ocupantes. Muchos de los primeros vecinos vendieron su terreno. Ahora es un conglomerado organizado, pero hay familias de escasos recursos que necesitan asistencia social.Los inicios del comedorEl comedor surgió casi de casualidad o, como dijo su responsable, Fabián Bóveda, fue “por una gracia de Dios”. Bóveda es propietario de la FM Luz, una emisora cristiana que existe hace cuatro años y se caracteriza por hacer cruzadas solidarias. “Un día estábamos haciendo una cruzada solidaria para reconstruir la casa a una familia, pues se había quemado, y me llamó un empresario y a la vez comerciante del rubro carnicería para decirme que si yo podía hacer un comedor él iba a colaborar, mi respuesta fue ‘sí’”, contó a PRIMERA EDICIÓN. Reconoció que no pensó mucho antes de contestarle al empresario. “Él me dijo ‘veo que te gusta hacer cosas por lo demás, yo no tengo tiempo ni esa voluntad, pero me gustaría aportar para los chicos. Si estás dispuesto, yo te doy lo que necesitás para dar de comer a 25 niños de cualquier barrio de San Vicente’. Le dije que sí, que me diera dos o tres días para terminar con una actividad que estaba haciendo y conseguir el lugar”, indicó.Bóveda comentó que consiguió un galpón en el barrio Unidos prestado por un amigo e hizo un censo casa por casa para ver si era viable hacer el comedor en ese lugar. “No teníamos mucho tiempo para comenzar y un día de lluvia, con mucho barro, fuimos con mi señora a visitar las casas más humildes y le decíamos a los vecinos que íbamos a hacer un comedor para los chicos. Las madres anotaban a sus hijos, pero no creían y desconfiaban que era para algo político. Conocimos muchos casos de abandono en la familia entera. Me acuerdo que censamos 35 chicos, fuimos a ver al comerciante y dijo que le metamos para adelante”, afirmó.“El primer día del comedor fueron tres niños a comer, el segundo día doce y el tercer día ya superaron los 35 anotados”, manifestó y añadió: “Al principio me preocupé un poco porque el hombre me iba a dar para 25 niños y ya habíamos pasamos esa cantidad. Pero me puse a hablar en la radio que comenzamos con el comedor, contamos que todos los días había muchos niños y pedimos colaboración, entonces llamaron muchas personas y comerciantes para aportar su granito de arena”. Sobre la actualidad del comedor, Fabián dijo que “hoy, gracias a Dios, comen alrededor de 130 chicos todos los días y es gracias a la donación de los comerciantes y la gente”.Funciona en una casa precaria que el mismo Bóveda adquirió muy cerca de donde funcionaba antes. “Un día me ofrecieron este terreno que esta prácticamente en el centro del barrio y del aula satélite donde concurren todos los chicos del barrio. Entregué un auto, un poco de dinero y estoy pagando algunas cuotas que me quedaron. Los niños de la mañana salen de la escuela y vienen al comedor y los que van a la tarde vienen de la casa, comen y se van”.“Esto no iba a funcionar si no era por la colaboración de Elisa Batista y sus hijas, que dejan de hacer sus cosas y vienen a cocinar. Es importante la dedicación que hace Elisa y sus hijas. Yo no puedo estar todo el tiempo porque hago otras cosas, pero ellas vienen temprano a cocinar y después que los chicos se van se quedan limpiando todo para el otro día”. “Estoy contento por esta labor que estamos haciendo, no estoy solo, está Elisa con sus hijas y muchos comerciantes y personas comunes, trabajadores que saben lo que se hace aquí y traen cosas o me llaman y me dan mercadería. Hay gente que ve la página de la radio en Internet en otros puntos del país y me envía leche, ropa o víveres para el comedor, dijo.Y si alguien quiere hacer algo por esta gente puede comunicarse al celular (03755) 15650055 o al mail de la radio, [email protected]”, finalizó el hombre que día a día trabaja por los niños.





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