OBERÁ. Seguridad e implementación de nuevas exigencias para los remiseros son los temas que analizan desde el Concejo Deliberante de esta ciudad, dados dos temas que preocupan y ponen en estado de alerta a los trabajadores del volante, que la semana pasada comenzaron a evaluar la posibilidad de realizar una protesta en el Centro Cívico.La medida de fuerza quedó en suspenso debido a que el jueves, a las 18, está prevista una reunión entre los concejales y propietarios de las empresas de vehículos de alquiler para abordar la problemática relacionada al sector.Entre otras cuestiones los remiseros solicitarán la colocación de cámaras de seguridad en la terminal de ómnibus de esta ciudad, en la playa donde estacionan los remises, como así también bebederos para los choferes que cumplen servicio en ese lugar, que está a la intemperie; otro reclamo que realizaron los remiseros en los últimos tiempos al municipio es que se coloque algún resguardo en ese estacionamiento.La seguridad es un tema preocupante, ya que la semana pasada un trabajador del volante de esta ciudad recibió una herida de bala en el acceso a Dos Arroyos, hecho cometido aparentemente por pasajeros que habían ascendido al vehículo en la ciudad de Oberá, de acuerdo a lo que se investiga.Piden más seguridadDespués del hecho, Carlos Díaz, propietario de la empresa de remís a la que pertenece el chofer herido, dijo que “estamos consternados todos los remiseros, este es un hecho gravísimo”.El hecho movilizó a los remiseros, que se reunieron para evaluar qué hacer ante el hecho. “Acá hay una sola verdad y sé que los compañeros me van a apoyar; se dedican más a controlar a los que vivimos de esto y que no estamos pasando nuestro mejor momento, pero falta seguridad, esa es la cuestión. Nos paran en cada esquina, pero para controlar los papeles del auto, pero eso ya está todo en la habilitación municipal. Los remiseros se ganan el pan trabajando, no tienen planes”, criticó.Indignado por le hecho, Díaz manifestó que “todos los días estamos comunicados y avisamos hay control acá o allá y lo desviamos para evitar pasarlos, es así, creo que el trabajo de control debería ser más coherente, controlar a los pasajeros, en los barrios, en la terminal donde es tierra de nadie, no hay control y estamos a la buena de Dios”, indicó.En este sentido, otro de los pedidos que harán los remiseros es que se cumpla con los puestos fijos de controles que se habían implementado hace un año por parte de la Policía en el ingreso de los distintos barrios.En declaraciones a la emisora obereña El Aire de Integración, la semana pasada, Carlos Díaz aseguró que “mucha gente necesita laburar, varias empresas más chicas ya no trabajan de noche por estos problemas de seguridad, no les conviene, estas cosas dan miedo, no es fácil, Oberá ya no es joda yo tengo gente que necesita trabajar. Si tenemos que hacer una marcha o suspender el servicio nocturno, lo que diga la mayoría, se hará porque la vida vale más que cualquier cosa”, sentenció.Viejo reclamoHace poco más de un año, en octubre de 2011, las empresas de remises pidieron mayor seguridad a la Policía después de que a fines del mes de agosto de ese mismo año dos choferes fueran agredidos en Villa Marttos y Stemberg.Días después la Unidad Regional II de Policía comunicó a las empresas, mediante una nota, que se iban a ubicar postas o puestos fijos de seguridad en 100 Hectáreas, San Miguel y Barrio Norte, así como también en Tres Esquinas, Barrio Esperanza, Villa Cristian y hacia barrio Tuichá, Sixtem Vick y Villa Falk.La sugerencia de la Policía era que los remises pasen por esos controles cuando van con pasajeros como un método de seguridad para disminuir los hechos delictivos. Ahora los trabajadores del volante piden que la media se ponga en marcha nuevamente.





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