SAN VICENTE. Los choripaneros no podrán vender pollo asado, según una disposición de la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de San Vicente. La medida apunta a evitar intoxicaciones ante la llegada de las altas temperaturas.Los inspectores de Bromatología, Zoonosis y Saneamiento Ambiental dieron a conocer la disposición a los vendedores de choripanes, que trabajan en el centro de la ciudad, para que la pongan en práctica de inmediato y quiten los pollos de entre sus ofertas en los puestos callejeros.Respecto al tema, el director de Bromatología, Mario Kamada, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “es una medida preventiva, para evitar intoxicaciones porque el pollo es una carne que se descompone muy fácilmente si se pierde la cadena de frío. Lo hacemos para prevenir de toda posible contaminación a los que consumen esa carne en los puestos callejeros”.El funcionario justificó la medida alegando que “si una persona adulta consume un trozo de carne que haya perdido la cadena de frío no tendrá mayores problemas, pero por lo general los que compran ese tipo de carne son los chicos y personas mayores y son los que sí sienten que les cae mal y pueden presentar un cuadro de intoxicación”.En la Capital Nacional de la Madera hay muchos puestos callejeros que preparan comidas rápidas como choripanes y hamburguesas y Kamada explicó que “fueron habilitados para hacer y vender ese tipo de productos; si embargo también comercializan carne vacuna y pollos. Nosotros les pedimos que se limiten a cumplir los términos de la habilitación”. Recordó que los puestos callejeros no estaban permitidos hace unos quince años, inclusive estaban prohibidos por ordenanza, pero con la crisis de 2002 surgieron por la falta de trabajo. En aquel momento el municipio no tomó medidas para no afectar la fuente laboral y con el tiempo se sumaron otros trabajadores con la venta de hamburguesas. Hoy es un clásico ver en el centro de la ciudad este tipo de puestos de elaboración y venta de comidas rápidas callejeras. Y aunque desde la Municipalidad entienden que la carne de pollo se deteriora fácilmente con las altas temperaturas, los asadores callejeros, como el de la esquina de Libertador y Siñuka, no entienden la medida porque “hace muchos años que vendemos choripanes y carne de pollo y de vaca y nunca tuvimos quejas de ningún cliente”.





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