POSADAS. Cocinar en una maratón en la costanera con el viento en contra no es una tarea fácil. Pero los alumnos de la carrera de cocina del Instituto Superior de Enseñanza Terciaria (Iset) parecen expertos en preparar deliciosos platos aún si las condiciones son adversas. Al menos eso demostraron ante la multitud que se agolpó en la villa cultural del cuarto tramo de la costanera capitalina para asistir a la muestra de fin de año preparada por los alumnos de las carreras que se dictan en esa casa de estudios, y que significó un excelente show de moda, cocina al aire libre, arte, diseño y talleres…En ese contexto, el grupo de futuros cocineros mostró ese “condimento” que se necesita para darle un toque distinto a la comida que se prepara con esmero: “Pasión y dedicación a la carrera”. Es lo que intenta transmitirles el profesor de la cátedra de Cocina, el chef Andrés Saidman (27), quien pasó a PRIMERA EDICIÓN algunas recetas para contagiar entusiasmo en sus clases. “La carrera de chef desde mi punto de vista es la conjugación exacta entre lo que es arte, trabajo, producción, dedicación y pasión. Para cocinar profesionalmente debe haber una gran pasión, porque es una carrera que demanda mucho esfuerzo, que exige mucha dedicación, pero también hay que ser un apasionado para ser un buen profesional”, sostuvo.Saidman es docente del Iset hace cuatro años, estudió en el Instituto Argentino de Gastronomía, fue chef de algunos restaurantes de la capital provincial, pero últimamente está centrando su actividad en enseñar “el amor al arte de cocinar”. Sin etiquetas ni reglasSaidman dice de sus clases que son “desacartonadas”, sin etiqueta ni reglas, “cosa de poder permitir a los chicos desarrollar su creatividad al máximo”.“Desde que tengo seis años cocino. Capaz desde que aprendí a cocinar una salchicha, pero enseño que aunque sea lo más mínimo algo mágico hay que poner, darle un toque distinto. Por eso enseño mucho con juegos, porque es la forma en que me gusta aprender a mí. Por eso en las clases hay mucho juego, ya que la cocina es un ambiente que permite esto. Ojo que siempre hay que andar con cuidado, ya que hay un hilo muy delgado entre aprender jugando y ser improvisado. Cuido ese detalle”.“Cuando explico una receta en las clases prácticas, los chicos deben desarrollarlas, por eso les dejo que se equivoquen, que aprendan del error. Hago competencias para motivarlos. Jugamos de esa manera”.Consultado sobre los ingredientes para desarrollar un plato de Misiones aseguró que “no tiene que faltar mandioca ni maíz, algo tan básico como lo es el pan en otras cocinas mundiales”. “Aquí la cocina tiene que mirar el río para volcarlo en los platos. En la tierra roja tenemos productos muy exóticos, como algunos pescados de río que son únicos, que son muy ricos, que aquí se consumen como algo habitual, pero la gente que viene a Misiones, en busca de su gastronomía, viene a buscar pescado de río”. Cosa de hombres…Durante la charla, el chef Andrés Saidman resaltó que, en el ambiente profesional, la cocina es mayormente“cosa de hombres”. Los rankings hablan por sí mismos, dijo, de los diez mejores chef catalogados como tales en el mundo nueve son hombres.“Si lo miramos como un proceso histórico y cultural, era algo machista. Hoy hay muchas más mujeres profesionales en esta actividad. Los bueno de la cocina: es algo sensorial y subjetivo, no existe algo que sea mejor que otro o alguien que “cocina mejor”, sino que cocina distinto. Es un arte”.





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