PUERTO ESPERANZA. Los obreros a los que les asignaron la refacción de la Escuela 723 de esta localidad trabajaron a ritmo parejo no más de veinte días…y desde hace un mes apenas se observan avances. Pero, para sorpresa de los padres de los alumnos que a mediados de este año dijeron basta y tomaron la escuela exigiendo su refacción antes de la implementación de la jornada extendida, el 26 de octubre último, la empresa constructora entregó el certificado de finalización de obra. Paradójicamente, los dos problemas más urgentes de la escuela quedaron sin solución: el viejo tanque de agua de fibrocemento sigue allí, sucio y sin tapa por lo que el agua que llega a las canillas está sucia e incluso -según aseguran los padres- se advierte a simple vista la presencia de pequeños gusanos. Y el sistema eléctrico, en vez de ser cambiado en su totalidad apenas fue acondicionado en sus terminales o tomacorrientes y, para evitar cortocircuitos por recargas, simplemente la empresa contratista ¡decidió quitar todos los ventiladores de las aulas! Los padres se reunieron ayer a la noche en una asamblea para discutir la situación y hoy a las 8 tienen previsto un encuentro con el intendente “queremos que vea con sus propios ojos el incumplimiento de la empresa, la verdad es que los padres que luchamos por una escuela digna para nuestros hijos nos sentimos pisoteados, venimos desde agosto pidiendo que arreglen la escuela y creo que llegará Navidad y seguiremos en la misma”. No descartan volver a tomar la escuela si no llegan las soluciones reales para los alumnos y docentes que pasan muchas horas allí. Agua sucia y con gusanos En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, uno de los padres, Gerardo Ferreira, contó que desde agosto un padre dona diariamente dos bidones de agua mineral para que los chicos y docentes puedan tomar agua segura. “Es una vergüenza lo que ocurre, los de la empresa (Kurten Carchano) dijeron que el tanque ya cumplió su ciclo porque tiene más de veinte años y lo dejaron en el mismo estado: sucio, viejo y sin tapa. No mandamos a hacer un estudio del agua pero basta con llenar un vaso de vidrio para ver que sale muy turbia, sucia e incluso se ven gusanos. Ese agua puede utilizarse para lavar el patio pero jamás para que consuman los niños o cualquier otro ser humano”, aseguró. “Según consta en el acta que firmamos los padres con el Consejo General de Educación (CGE), la empresa tenía que reparar en forma integral el sistema eléctrico, ocuparse de la limpieza y colocación de la tapa del tanque de agua, reposición y colocación de vidrios que en un 70% estaban rotos, arreglos de roturas y del techo, reparación de desagotes y desagües y la colocación de rejillas. En fin, lo que vemos es que se colocaron los vidrios. En cuanto al sistema eléctrico, lo que hicieron fue descolgar los ventiladores de techo de todas las aulas y colocar unas chapas, cambiaron los tomacorrientes y pusieron nuevas llaves de encendido…nada más. Nos avisaron que no podía conectarse ningún artefacto eléctrico en las aulas porque corren riesgo de prenderse fuego por un cortocircuitos. Imagínese el calor que están sufriendo los chicos sin ventilador en el salón”, lamentó. Conforme advirtieron los padres, pretenden que los organismos que corresponden se hagan cargo de poner en condiciones la escuela “o, al menos, que alguien dé la cara y nos diga que ya no pueden hacer más nada. Entonces los padres veremos cómo solucionar los problemas edilicios o, como algunos plantean, cambiar a nuestros hijos de escuela. Sinceramente, yo no quiero eso y desde la cooperativa de padres tratamos que eso no suceda porque esta es una escuela de barrio y sería una pena que los chicos pierdan a sus compañeritos y deban adaptarse a otra modalidad de trabajo”, señaló Ferreira. Los padres de los alumnos de la 723 definirán qué pasos seguirán en las próximas horas.





Discussion about this post