SAN PEDRO. Dos delincuentes permanecían anoche, al cierre de esta edición, atrincherados en una vivienda en el medio del monte, luego de ser identificado por la Policía como los autores de ultimar de un disparo en la cabeza a un agricultor para robarle alrededor de 30 mil pesos en efectivo.Sucedía a última hora de ayer en una vivienda del kilómetro 80 de la ruta provincial 17, en la localidad de Pozo Azul, donde un importante grupo de efectivos policiales continuaba a la espera de definiciones en medio de un clima de extrema tensión para concretar la entrega de los malvivientes.Fuentes policiales informaron que el drama comenzó alrededor de las 18.45 en la zona rural de Pozo Azul, cuando una llamada alertó a la comisaría de San Pedro -por cuestiones de jurisdicción- sobre el drama que se entretejía en una vivienda ubicada detrás del predio de la iglesia evangélica del Paraje Puente Alto.Hasta ese lugar habrían llegado los dos malvivientes en busca del agricultor identificado en principio como Cornelio Morais, cuya edad no pudo establecerse.Al parecer, la dupla de forajidos sabía que Morais había cobrado por la mañana alrededor de 30 mil pesos en un banco de la zona, producto de la venta de sus cultivos. Hasta anoche no se sabía si se trataba de maíz o tabaco.De una u otra manera, lo cierto es que al menos uno de los delincuentes portaba un arma de fuego y, a sangre fría, le disparó al agricultor en la cabeza. El hombre murió en el acto.Si bien hasta anoche circulaban una decena de versiones sobre el caso, se supone que los malandras tomaron el efectivo y una escopeta de la víctima y se dieron a la fuga.Un rumor indicaba que en medio del escape fueron interceptados por efectivos policiales y se inició una persecución que acabó en una casilla enclavada en el medio del monte misionero, donde los dos malvivientes permanecían hasta el cierre de esta edición, rodeados por los uniformados y negociando su entrega.Efectivos de las comisarías de San Pedro y de Bernardo de Irigoyen -estos últimos en calidad de apoyo- junto a uniformados de las Unidades Regionales III y VIII de la Policía de Misiones trabajaban a última hora de ayer para acordar la entrega y evitar un derramamiento de sangre.En tanto, efectivos de Criminalística de esa última dependencia trabajaban en la escena del crimen para establecer de manera fehaciente cómo sucedieron los hechos que desembocaron en la muerte de Morais.Al lugar arribaron también altos funcionarios de la fuerza provincial, quienes también intentaban pactar de manera pacífica la entrega de los ladrones.





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