POSADAS. La campaña nacional “Un ladrillo para una escuela”, impulsada hace una semana por la Red Solidaria que dirige Juan Carr, se proponen construir una escuela por cada una de las 24 provincias argentinas. Para ello, en Bueno Aires se recaudan botellas plásticas y en localidades del interior del país se puede colaborar con un depósito bancario desde diez pesos -valor que corresponde al precio de dos ladrillos. En Misiones fue elegida un aula satélite de la comunidad mbya guaraní Iraka Mirí de Concepción de la Sierra, donde asisten diariamente 25 alumnos y tienen un docente.Lorena Gómez, presidente de la Asociación “Presente”, de Berisso (Provincia de Buenos Aires), habló con PRIMERA EDICIÓN, ya que su institución, que asiste a escuelas rurales, propuso el destino de la solidaridad para Misiones. “La campaña es una convocatoria de Juan Carr para homenajear a los maestros argentinos y para valorar su trabajo y sacrificio diarios. El objetivo de la campaña es reconocer un poco su trabajo y qué mejor manera que reconocerlo en su escuela. Hay muchas escuelas que no están en condiciones o algo les falta, por eso el objetivo es hacer estas 24 escuelas”, contó.Destino MisionesUna foto enviada por una docente a la Asociación Presente llamó la atención y de esta manera se incluyó el aula satélite de Iraka Mirí en la campaña nacional. “La situación de esa escuela de Misiones nos llegó a través de una foto de una maestra, que vive allá en Misiones. Como apadrinamos escuelas rurales en Misiones, la idea de ella fue darle una mano a la escuela. Empezamos el contacto en julio, cuando organizamos el primer viaje”, relató Gómez que hace dos semanas retornó a Buenos Aires tras una nueva visita a Misiones.“Presente” es una asociación civil que trabaja con escuelas rurales de Santiago del Estero y, hace poco tiempo, también con Misiones. “Llevamos diez años haciendo este trabajo. Nuestra idea es cubrir las necesidad para que los chicos puedan concurrir a clases, no pierdan días, tengan la alimentación adecuada y poder evitar la deserción escolar. Luchamos con un problema diario que es nuestro objetivo mayor”, aseguró Gómez.La ONG bonaerense tiene muchos planes a futuro, “siempre respetando la cultura y la organización de la comunidad guaraní, sin invadir su privacidad, sus reglas, sino colaborando desde nuestra acción”, indicó.En pocos días, en la localidad de Ensenada se realizará una cena con fines benéficos para organizar el próximo viaje, tanto para las escuelas de Santiago del Estero como Misiones.Un maestro y mucho másPara Gómez “los maestros rurales en general están olvidados. Tienen que caminar muchos kilómetros para llegar a clases entre el barro y otros obstáculos que se les presentan a diario. Están muy solos. Sienten mucha soledad y olvido”. Para la voluntaria social, la responsabilidad no es sólo del Estado: “siempre digo que nos tenemos que hacer cargo todos, cada uno, lo que corresponde al ser humano como persona. Porque el maestro es un importante referente, el referente de la educación que no es algo para descuidar”.En la zona rural, el maestro termina haciendo muchas otras tareas: “No son sólo maestros: son enfermeros, médicos, saben cada necesidad de cada chico, saben qué les pasa a ellos y a su familia, si el chico no va a clases saben si es por trabajo, se preocupan si les faltan remedios. Es decir, están abocados a todo. Alimentación, familia, es muy amplio el trabajo del docente rural. No queda solamente en decir ‘voy, doy clases y listo’, como en la ciudad estamos acostumbrados”. ¿Cómo colaborar?Cada 10 pesos que se aportan a la cuenta, se suman dos ladrillos. Para construir una escuela se requieren 417 mil ladrillos.La cuenta solidaria se denomina “Un ladrillo para mi Escuela” en el Banco Nación, sucursal Plaza de Mayo (0085). La Caja de ahorros es la número 4761714. CBU 01105995 – 30000047617147Hasta el viernes se habían juntado fondos por 21.700 ladrillos del total de 10 millones que se necesitan para las 24 escuelas, según informó en Twitter Juan Carr, de Red Solidaria.





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