PUERTO PIRAY. Finalmente, las autoridades argentinas y paraguayas develaron el misterio que se encontraba detrás del cuerpo que apareció flotando en aguas del Paraná el último viernes, cerca de esta localidad, con dos orificios similares a disparos de arma de fuego y el dedo pulgar derecho seccionado: la víctima es un empresario paraguayo y creen estar ante la presencia de un presunto “ajuste de cuentas” de carácter mafioso.La víctima fue identificada como Cristóbal Suárez Rivero (49), propietario de una agencia dedicada a la venta de automóviles emplazada en Presidente Franco, jurisdicción del Gran Ciudad del Este, en Paraguay.Al parecer, el hombre había viajado hasta Irala, una localidad paraguaya ubicada frente a Puerto Libertad, para cobrar el dinero de una venta realizada días atrás. Es ante este contexto que los investigadores paraguayos creen que Suárez Rivero fue ultimado de al menos dos balazos en la cabeza.En tanto, se supo que un sobrino de 22 años acompañaba a la víctima fatal en el viaje. Su paradero es un misterio y temen que pueda haber corrido la misma suerte que el comerciante.Viaje truncoLa triste historia comenzó a entretejerse el viernes 26 de octubre, cuando alrededor de las 9 Suárez Rivero y su sobrino partieron desde la concesionaria de Presidente Franco -al sur de Ciudad del Este- con destino a Domingo Martínez de Irala, una pequeña localidad emplazada en la costa paraguaya del Paraná, de casi 6.800 habitantes, frente a Puerto Libertad.Esa fue la última vez que la esposa de Suárez Rivero lo vio con vida. Las horas transcurrieron y como el hombre no regresaba y tampoco atendía los llamados a su teléfono celular, la mujer decidió radicar una denuncia ante la Policía Nacional del país vecino.Según contó la denunciante, su marido y el sobrino habían partido en una camioneta Toyota Rav4 sin patente colocada hacia Irala para cobrar el dinero de una venta realizada días atrás. En el pequeño poblado portuario debían encontrarse con un sujeto llamado Mariano, el presunto deudor de Suárez Rivero.El hallazgoA las 10 del viernes pasado, vecinos de Puerto Piray dieron aviso a la comisaría local sobre el hallazgo de un cuerpo sin vida que flotaba a la deriva en el río Paraná.Enseguida, una comisión llegó al lugar y rescató el cuerpo. A simple vista los policías observaron dos orificios similares a los de impactos de bala en la cabeza del cadáver, que estaba en avanzado estado de descomposición. Además, como distintivo “sello mafioso”, él o los asesinos le habían amputado el pulgar de la mano derecha.Por orden de la Justicia, el cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial de Posadas para la correspondiente autopsia, que determinó que a Suárez Rivero lo ejecutaron de a no más de un metro de distancia con un arma de fuego que sería calibre .38.Luego de entrecruzamiento de información entre fuerzas argentinas y paraguayas, se supo que Suárez Rivero y su sobrino permanecían desaparecidos desde hace más de una semana en el país vecino.La caracterización del cuerpo así como la vestimenta que llevaba puesto -una camisa y un pantalón vaquero oscuro- sirvieron de pistas, hasta que en las últimas horas llegó a Posadas la esposa de la víctima, quien reconoció el cuerpo, según se informó.Se supo además que a última hora de ayer la mujer continuaba realizando los últimos trámites de rigor para finalmente transportar los restos mortales de su marido al país de origen.





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