POSADAS. Un incesante ir y venir de personas, que se acentuó pasado el mediodía, fue el panorama que se presentó durante la jornada de la víspera en el cementerio La Piedad de la capital provincial, en ocasión de la celebración del Día de los Fieles Difuntos.“Los cristianos creemos que no hay una diferencia entre los que han muerto y los que aún hoy viven, sino que todos conformamos una sola iglesia, donde oramos los unos por los otros, es por ello que el Día de los Fieles Difuntos está muy vinculado a la celebración de ayer jueves, la de Todos los Santos”, dijo Roberto Orué, cura párroco de la San Antonio, antes de la tradicional misa que realizó en el acceso al campo santo por la mañana y se repitió en distintos horarios.Afuera de La Piedad, los tradicionales puestos de venta de flores y otros ocasionales, tuvieron una fructífera jornada, porque coincidieron en que “a nadie le sobra dinero, pero la gente trajo unos pesitos para comprar al menos una flor o un pañito y se vendió bastante bien”.El cura Orué afirmó que esta fecha dentro del catolicismo es una forma de “rendir un homenaje a los seres queridos que ya no están entre nosotros, a los que Dios los ha querido llamar de este mundo a su presencia y es un buen gesto de quienes vienen a orar, a dedicarle aunque más no sea un poco de su tiempo”.Los empleados del cementerio antes del mediodía ya habían entregado más de mil bolsitas con arena para los floreros, con el fin de evitar que la gente deje recipientes con agua que contribuyen a la proliferación de mosquitos. Bajo una sombra descansaba Olga Figueredo luego de haber recorrido el sector de los nichos. La mujer comentó que en general encontró el cementerio en buenas condiciones y criticó a mucha gente que no utiliza los cestos de residuos y dejaban botellas y papeles en cualquier parte. Al respecto consideró que eran necesarios más basureros para mantener en mejores condiciones el lugar. Por su parte, Mercedes Duarte, comentó que en algunos sectores la falta de mantenimiento dificultaba llegar sin problema hasta algunas sepulturas. “La verdad que nunca había ocurrido algo así, al final a la entrada te preguntan si querés ayuda para limpiar pero hay que pagar, cuando ya se abona una tasa mensual al municipio”, indicó en referencia a niños y otras personas que ofrecían sus servicios para colaborar en la “limpieza de las tumbas”.





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