PUERTO RICO. Cuando muchos calificaban el resultado de la prueba de ADN como una mera formalidad contra el único detenido por el crimen de Angélica Ramírez, se produjo lo inesperado: además del patrón genético de la víctima en una mancha de sangre “levantada” de las zapatillas del panadero, los genetistas encontraron vestigios de otros tres hombres en el cuerpo de la joven.Vuelta de página y volver a empezar. Ayer trascendió que, en realidad, los rastros genéticos de los tres sospechosos dieron positivo en muestras de saliva colectadas de los pezones de la víctima.Los hisopados vaginales, bucales y anales dieron negativo, aseguró una fuente cercana a la causa.Obviamente, el gran enigma a develar es la identidad de esos nuevos tres sospechosos. Por eso, la Justicia cotejará sus patrones genéticos con los de otras tres personas que fueron sometidas a ADN: un prefecturiano, un ex noviecito de la víctima y un ex convicto que fue demorado en averiguación del hecho.Justamente, el abogado Miguel Ángel Bareiro pedirá que los tres sean detenidos en forma preventiva.No obstante, fuentes de la pesquisa consideraron “poco probable” que los resultados coincidan con los ADN que enviaron desde un laboratorio de Buenos Aires.En este contexto, resta por delante una misión poco menos que imposible: determinar las circunstancias en que Angélica fue asesinada.Así, urge la respuesta a preguntas de importancia decisiva para la causa: ¿esos tres nuevos sospechosos actuaron en forma conjunta con el panadero? ¿Cuál fue la secuencia de los hechos? ¿Los asesinos mantuvieron relaciones con la adolescente de manera separada? ¿Los cuatro pudieron haberla matado al costado de un camino vecinal?Demasiados interrogantes para aventurar una respuesta en el corto plazo, sobre todo cuando se comenzó una investigación de manera tan nefasta.Al menos hasta anoche había un solo detenido en el marco de una causa cada vez más compleja, cuya resolución, por lo visto hasta aquí, depende pura y exclusivamente de las pericias científicas más que del trabajo detectivesco. La teoría de otra versiónEl informe de las pruebas de ADN remitido por un laboratorio de Buenos Aires estableció la presencia de sangre de una mujer, que no es Angélica, en el pantalón tipo jean del panadero y en una gasa secuestrada en su domicilio.En su momento, los investigadores le preguntaron por esa tela con manchas de sangre y él respondió que sufrió una herida cortante en un pie y se secó con ese elemento.De ser así, hubiera sido su patrón genético el que aparecía en los resultados, pero fue el de una mujer cuya identidad se desconoce.Pero llama la atención la versión que el sospechoso habría dado cuando la Policía y el juez allanaron su domicilio. La sangre en las zapatillas y las pisadas que dejóEl panadero detenido por el aberrante crimen de Angélica Ramírez se encuentra en una situación complicada, más allá de la sorpresiva aparición de tres sospechosos más en la causa, merced al resultado de las pericias de ADN.Los genetistas encontraron una mancha de sangre de la víctima en sus zapatillas. Este dato se relaciona con las huellas de pisadas que la Policía Científica “levantó” en el escenario del homicidio, que se corresponden con los zapatos deportivos secuestrados en el domicilio del principal sospechoso.En este orden, voceros de la causa indicaron que el panadero deberá explicar cómo llegó la mancha de sangre de Angélica a sus zapatillas y por qué había pisadas suyas en la escena del cruento asesinato.El cuerpo de Angélica fue encontrado el jueves 27 de septiembre pasado, a un costado de la calle Pionero Kuhn de Puerto Rico.El rostro estaba completamente desfigurado. En un principio se afirmó que había sido golpeada en forma brutal.Sin embargo, con el paso de las horas, se comprobó que en realidad era consecuencia de los cinco garrotazos que recibió en la zona craneana.Producto de esa feroz agresión, sufrió derrames múltiples y la hemorragia interna se diseminó por las partes blandas del rostro, provocando el desfiguramiento de la cara. Días después, la Policía detenía al panadero como principal sospechoso. Los policías podrían ser procesadosLos policías que pasaron por los estrados judiciales y que posicionaron la teoría de la supuesta implicancia del hijo del juez Éctor Acosta podrían ser procesados por tres cargos: “Falso testimonio, incumplimiento de los deberes de funcionario público y entorpecimiento de la administración de Justicia”.Voceros de la pesquisa confirmaron ayer esa información a PRIMERA EDICIÓN. Al parecer, incurrieron en contradicciones y trastabillaron en reiteradas ocasiones cuando debieron dar precisiones respecto de la veracidad o no de la llamada telefónica anónima que habría involucrado al hijo del magistrado.Como informó ayer este diario, fuentes de la mismísima Unidad Regional IV de Puerto Rico, no alineadas con la conducción del comisario mayor Jorge Bernal, pusieron en duda la existencia de esa comunicación telefónica, dejando entrever que se trató de una estrategia para sacar del medio del juez de Instrucción 1.Acosta se inhibió de seguir al frente de la investigación por este motivo.





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