MADRID, España (AFP-NA). La economía española, posible candidata a un nuevo plan de ayuda europeo, sigue afrontando sombrías perspectivas, marcadas por los efectos de las draconianas políticas de austeridad, que impiden al país salir de la recesión, hacen subir los precios y caer el consumo.Después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmase el lunes que “en estos momentos no es imprescindible” para España solicitar una ayuda financiera a Europa, las cifras publicadas este martes recuerdan las dificultades que vive el país.En primer lugar, la recesión se prolongó en el tercer trimestre, pese a ser un poco menos fuerte, con un retroceso del 0,3% del PIB, frente al 0,4% en el trimestre precedente, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este dato es un poco mejor que la previsión del Banco de España, que pronosticaba un repliegue del 0,4%. Sin embargo, en comparación interanual, la contracción fue del 1,6% en el tercer trimestre, por encima del 1,5% que el Gobierno prevé para finales de este año. Se suman así cinco trimestres negativos consecutivos para la economía española, que a finales de 2011 volvió a caer en recesión, menos de dos años después de haber salido de ella.Enzarzada en un esfuerzo para reducir el déficit público hasta el 2,8% del PIB en 2014, desde el 9,4% de 2011, España emprendió un vasto programa de ajustes para ahorrar 150.000 millones de euros (unos 194.000 millones de dólares) multiplicando los recortes presupuestarios y las subidas de impuestos. Pero según los analistas, estas medidas de austeridad retrasan un poco más la reactivación económica del país, en crisis desde el estallido de su burbuja inmobiliaria en 2008. El propio Gobierno, dirigido por Mariano Rajoy, se resignó a un nuevo año de recesión en 2013. “Los esfuerzos de saneamiento presupuestario del sector público han tenido un impacto claro” en el repliegue de la economía a mediados de año, señaló recientemente el Banco de España.Solo en el mes de septiembre, las ventas al por menor descendieron un 10,9%, la peor caída mensual desde el inicio de esta serie estadística en 2003, según las cifras provisionales del INE. Este indicador registraba así su 27º mes consecutivo en números rojos, y demuestra la contención de los hogares, que en septiembre sufrieron otro duro golpe con el alza del Impuesto sobre el Valor Agregado. “La entrada en vigor del alza del IVA, que elevó el tipo general del 18% al 21%, ha influido de forma significativa en el comportamiento de los consumidores”.





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