POSADAS. Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón, secuestrada por una red de trata de personas y hasta hoy desaparecida, estuvo ayer en esta ciudad y anunció que casi todo está listo para abrir una sede de la Fundación María de Los Ángeles en Posadas. Hace diez años, esta mujer era tan solo una esposa, mujer trabajadora, madre de una joven de 23 años y abuela de Micaela, que por ese entonces tenía dos años. Pero eso cambió desde el 3 de abril de 2002, cuando su hija salió de su casa para pedir un turno en el hospital de Tucumán y nunca más regresó. Susana Trimarco, la mujer que comprendió la naturaleza federal del delito de trata de persona antes que este estuviera tipificado en Argentina, se convirtió en la encarnación de la lucha, la fortaleza, la perseverancia, en la voz de las víctimas de la esclavitud sexual. Es imposible no sentir admiración por esta madre que, buscando a su hija, logró rescatar a 129 chicas y hoy -ya en el marco de la Fundación María de los Ángeles que fundó- tiene en su haber más de 900 chicas rescatadas de prostíbulos, pub y bares donde eran sometidas a la esclavitud sexual. Entre esas 900 víctimas “también hay varones, la mayoría adolescentes”, precisó. ¿En qué momento sintió que se levantaron las barreras en la búsqueda de Marita? Desde el primer momento en que empecé a buscar a mi hija. Con mi marido nos imaginábamos otra cosa, pero la Policía, el Poder Judicial y Político sabían lo que estaba sucediendo. Por eso, cuando empezamos a investigar, me pusieron muchas barreras para que no avanzara y no descubra lo que descubrí. Nadie me detuvo porque yo estaba desesperada para encontrar a mi hija y seguí buscándola y mientras la buscaba empecé a descubrir como estos tipos tenían todo coordinado. Entonces, empecé a denunciar a través de la prensa y ellos empezaron a tratarme de loca, que estaba inventando, que veía muchas novelas, para que la gente no me creyera. Pero yo estaba segura de cómo soy como madre, como esposa, estaba segura de mi familia y nada de lo que dijeron me importó… nada me detiene en la búsqueda de mi hija. Desgraciadamente, no la encontramos a Marita por ellos, porque me ponían palos en la rueda. Yo estaba luchando con gente con mucho poder, con gente mafiosa, no con un delincuente común que comete un delito. Encontré jueces cómplices de la trata de personas, que ocupan el puesto que tienen donde deberían hacer justicia para hacer injusticia. Yo hice destituir a un juez que recibía dinero de la mafia de la droga y la prostitución. ¿En base a su experiencia, crees que cambiaron los métodos de captación de las redes de trata?No, siguen secuestrando a las víctimas que son marcadas (elegidas) de antemano. Es que la metodología del engaño, de ofrecerles trabajo y un futuro mejor a las chicas, se visibilizó mucho en los últimos años. Aún así, todavía hay chicas que no hablan con sus padres, no averiguan por Internet, y caen en esa trampa. Últimamente, hemos tenido muchas denuncias por intento de secuestros, inclusive nosotros (por la Fundación) tenemos a Florcita, hoy de 19, una chica que rescatamos de un galpón en Buenos Aires cuando tenía doce años y era prostituida con camioneros junto a otras cuarenta menores de edad. A Flor quisieron volver a secuestrarla hace una semana, pero ella se resistió, les mordió, se arrastró y logró pedir auxilio. Me dijo que prefería que la maten antes que la lleven. ¿Cómo ve la figura del cliente en la trata de personas? Hay trata porque hay clientes, por eso siempre ruego a los hombres que no vayan a esos lugares porque hacen más ricos a estos delincuentes a costa de la vida de sus víctimas. Estos delincuentes tienen campos, camionetas 4×4, viven lujosamente…pero son vivos y los prostíbulos son lugares de mala muerte, con bases de cemento y colchones tirados en lugares inmundos. Ahí hacen su riqueza pero, cuando uno investiga, te encontrás que tienen treinta propiedades, casas en Mar del Plata, en Punta del Este… por eso pido que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que investigue a esa gente como sigue a los ciudadanos comunes que, cuando ganan más de 8 o 9 mil pesos, tienen que tener declaración jurada y rendir cuenta de dónde saca la plata. ¿Abrirá una subsede de la Fundación que preside en Posadas? Estamos en eso junto a la diputada nacional Silvia Risko (presidenta de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia en Diputados de la Nación y una de las organizadoras de la Jornada de Sensibilización y Articulación Institucional de Asistencia a las Víctimas de la Trata de Persona y Explotación Sexual que se desarrolló ayer), organizando para poner el equipo que va a trabajar, necesitamos el espacio físico y un presupuesto o poder trabajar en forma coordinada con el Gobierno para que este repare el daño causado a la víctima. Ya conseguimos los muebles.¿Cómo te sentís después de tantos años de lucha?Hoy conté un poquito lo del juicio (que está en marcha en Tucumán) porque estaban presentes jueces y fiscales, para que ellos no cometan el error que cometieron con mi vida y con la vida de estas pobres chicas que testimoniaron en el juicio contra estos tipos que -sentados frente a ellas y a pocos metros- les gritaban y no las dejaban hablar. Pero yo voy para adelante, trato de seguir todos los días de mi vida, soy una máquina de pensar cosas. Quizás es el mismo dolor el que me lleva a no parar, porque si me detengo… yo estuve mal de salud hace unas semanas, la médica me dijo que si no frenaba iba a tener un Accidente Cerebro Vascular (ACV), que dejara de actuar como una máquina pero… en el fondo me siento como una máquina, todo el día estoy detrás de lo que les falta a las chicas rescatadas, ya creamos un centro maternal, ahora abriremos un merendero que estará en el barrio para las chicas porque el Gobierno de Tucumán nos dio los lotes y las casitas para las chicas. Esta tarea cubre el vacío de no tener a mi hija. Y no quiero ponerme a pensar permanentemente en mi hija porque me angustio, lloro… y eso me hace mal y no quiero morirme de tristeza como se murió (en 2010) mi marido. Figura del consentimientoLa diputada nacional Silvia Risko destacó la labor y la presencia de Susana Trimarco en la jornada de ayer “sabemos que está en medio del juicio contra las personas que secuestraron a su hija, Marita Verón, y que venir a Posadas implica un gran esfuerzo para ella”. Risko se refirió a las acciones iniciadas con
tra estas redes de trata en Misiones, “falta mucho por hacer pero estamos muy adelante que otras provincias. Tenemos que entender que la única manera de combatir a una mafia organizada es uniéndonos y organizándonos”, remarcó. En tanto, advirtió con énfasis la demora en el tratamiento de las modificaciones a la Ley de Trata de Personas, en la Cámara de Diputados de la Nación. “La reforma de esta ley permitirá avanzar en las penas y quitar la figura del consentimiento. Tenemos que apuntalar con leyes que permita a los jueces actuar con todo el rigor de la ley”, señaló. Susana: su desgarradortestimonio de aquel día “Quiero contarles cómo empecé todo esto… y cómo uno puede aprender de todo en la vida. Nos podemos equivocar muchas veces pero, cuando tenemos voluntad y buenas intenciones, eso es lo más importante”, se presentó Susana Trimarco ante un nutrido público donde había jueces, fiscales, funcionarios políticos y profesionales que trabajan con las víctimas rescatadas.“A mi hija me la arrancaron de mi vida el 3 de abril de 2002, pero nunca me imaginé que la iban a hacer desaparecer de la faz de la tierra como sucedió. La última imagen que tengo de Marita fue cuando me dio un beso y me dijo que ella se ocuparía del almuerzo porque iba a pedir el turno en el hospital y volvía en una hora. Yo me fui a trabajar pero sentía algo raro, presentía algo malo. Cuando volví a casa Marita no había vuelto, me esposo también sentía algo raro y salió a buscarla al hospital donde él no quería que fuera Marita porque, en ese hospital, pasaban cosas extrañas y todo el mundo tenía sospechas. En el hospital nos dijeron que Marita no había ido, entonces fuimos a la casa de una vecina, que era enfermera del hospital y fue quien la convenció a Marita para que se hiciera los estudios allí. Después nos enteramos que esa mujer, Patricia Soria, era integrante de la banda y entregó a mi hija por 5 mil pesos. Ella tenía contactos en el hospital, su amante era un tal Ardiles que hacía tareas de mantenimiento y vivía en una villa miseria en una super casa de dos pisos… cuando fuimos con mi marido nos dimos cuenta que el hombre andaba en cosas turbias por su nivel de vida”. “Les cuento todo esto para que vean que no teníamos idea de lo que estaba pasando, ¿saben qué pensábamos con mi marido? Que Marita había tenido un accidente, no se nos pasaba por la cabeza que había sido secuestrada. Recién tres días después de buscarla solos (con familiares y amigos), porque la Policía ni siquiera quiso tomarnos la denuncia, recibimos una llamada anónima donde nos decían que a Marita la habían secuestrado, que la llevaron en un remís de la empresa ‘Cinco estrellas’, una remisería que tenía 3.500 remises y era manejada por los hermanos Ale que también controlaban la droga y prostitución en Tucumán. Aunque no lo crean esta remisería tenía un convenio con el Gobierno tucumano para hacer de veedores de la ciudad por la importancia de su flota. A mi hija no la encontré porque la misma mafia que estaba metida en la Casa de Gobierno fue la que secuestró a Marita”, detalló. “Casi la encontré”Trimarco recordó que, en 2002, cuando empezó a buscar a su hija, se dio cuenta que la trata tenía que ser tipificado como un delito federal porque “me daba cuenta que no la encontraba a mi hija porque me demoraban las órdenes de allanamientos y de exhortos para buscarla en otras provincias. A las chicas las van desplazando a distintas jurisdicciones y había que pedir permiso en la Justicia para poder entrar a los lugares. Lamentablemente, por unos pocos minutos, no encontré a mi hija que estaba en un prostíbulo de La Rioja. No la encontramos porque el juez no nos autorizó el allanamiento por una cuestión técnica del exhorto… cuando finalmente se hizo el allanamiento Marita ya no estaba. Ahí encontramos a cuarenta chicas obligadas a prostituirse y una de ellas me contó que había hablado con mi hija y ella le contó cómo la secuestraron y que tenía una nena, Micaela”. En este contexto, recordó que en 2008, se aprobó la Ley de Trata de Personas “que no es la mejor ley pero es una herramienta legal importante porque tipificó el delito como federal. Por supuesto que esta ley debe ser modificada, hay que eliminar lo del consentimiento, agregar penas más duras y la creación de un programa nacional con recursos estatales para reparar el daño causado a la víctima. Porque si no ayudás a la víctima, se cae y vuelve a caer en manos de los delincuentes”. Durante estos años, Susana Trimarco no sólo buscó por todo el país a Marita sino también crió a su nieta, Camila. Hace dos años, falleció su esposo, “murió de dolor”, confió ayer sobrecogida.Para buscar a su hija y superar la complicidad política con que se manejaba esta red de trata de personas, Susana hizo de todo. “Me hice pasar por proxeneta, me disfracé de prostituta, me metí en los prostíbulos, viví con los travestis dos meses, caminaba por la ruta… hasta casi me violan. Todo eso lo hice para rescatar información sobre mi hija y que los jueces me creyeran”.





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