GARUPÁ. Una mujer de 35 años fue detenida bajo sospecha de prostituir a su hija adolescente a través de Internet, donde se cree la ofrecía a distintos clientes para mantener relaciones sexuales, informaron fuentes oficiales. El operativo donde fue arrestada la acusada se concretó ayer a las 14 en un domicilio particular del barrio 110 Viviendas del municipio de Garupá, con la presencia de una comisión judicial-policial. En la ocasión los efectivos también allanaron el inmueble, secuestrando elementos de interés para la causa, como ser “juguetes sexuales”, preservativos, una computadora completa, y CD’s con material que sería pornográfico, indicó un portavoz del caso. La “progenitora” fue alojada en la Alcaidía de Mujeres, que funciona en la comisaría Segunda de la capital provincial, a disposición de la Justicia. Decidió “romper el hielo”Todo salió a la luz en las primeras horas de ayer, cuando la menor, de 16 años, le habría contado la pesadilla que estaba viviendo a manos de su propia madre a una compañerita de la escuela, quien le habría aconsejado denunciar ante las autoridades dicha situación, confió la misma fuente. Fue entonces que la adolescente se habría contactado con un defensor oficial, quien se presentó junto a ella en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X, donde el letrado radicó la denuncia formal y luego se le recepcionó testimonio a la chica. Un año de abusos y amenazas Según revelaron las fuentes, la jovencita habría relatado ante las autoridades que era víctima de abusos sexuales desde hace un año, cuando tenía quince. Al parecer y según se desprende de lo que habría contado la menor, su propia madre contactaba “clientes” a través de redes sociales y otros sitios de Internet para mantener relaciones sexuales con su hija adolescente. Los hombres al parecer acudían a la vivienda de la acusada y a cambio de dinero abusaban de su hija, quien habría contado que cuando se negaba a estar con los “clientes”, era amenazada con recibir golpizas por parte de su propia madre y que incluso, a tal punto llegaba la cantidad de individuos que vejaban a la jovencita, que era obligada a mantener relaciones “aún cuando estaba con el período menstrual”, según confió un allegado a la investigación.





Discussion about this post