POSADAS. Desde hace más de un mes los vecinos de los barrios Luis Piedrabuena, Motem, Club de Educación, Prosol e Inga sufren las consecuencias del recorte de frecuencia impuesto por la empresa prestataria de la línea 17, que ahora ingresa nada más que cada hora e incluso hasta las 21 “y con suerte hasta las 22”, cuando antes lo hacía hasta la medianoche.Un grupo de usuarios habituales del servicio de transporte de pasajeros que reside en la zona del Club de Educación expresó a PRIMERA EDICIÓN que “el chofer nos avisó de una semana para la otra que no iba a pasar más en los horarios habituales, porque hasta ahí teníamos frecuencia cada media hora. Nos dijo que era una decisión de la empresa, sin más comentarios”.Otra de las vecinas, Soledad A., indicó a su turno que “ahora el colectivo, en los horarios en los que la gente se va a trabajar, se llena en la primera parada, cuando apenas sale, y después ya no hay más lugar. Esto se repite casi todos los días y quedan otros pasajeros esperando en las paradas o tienen que subirse igual e ir apretadísimos, como en una lata de sardinas, porque de lo contrario hay que esperar una hora hasta que pase el otro cole”.Los barrios mencionados están ubicados al sur de Quaranta, entre la residencia del gobernador y Jauretche, donde existe una población perteneciente a los barrios del Iprodha, también de relocalizados y particulares, todos usuarios, en su mayoría, de la línea 17.“Si no tomamos ese colectivo la alternativa que tenemos es caminar hasta la ruta 12, que son diez cuadras, y en nuestro caso tenemos tres chicos que van a la escuela, son pequeños, y se nos complica demasiado porque trabajamos los dos, mi señora y yo. No podemos ir con todas las mochilas y otras cosas que a veces deben llevar para las tareas de la escuela en otra bolsa, por tantas cuadras, entonces lo que hacemos es levantarnos todos una hora antes para tomar sí o sí el colectivo. Y el colmo es que a veces se descompone el colectivo y no llega”, apuntó Roberto M., otro de los vecinos que estaba muy ofuscado.Algunos tienen la posibilidad, al menos por estar sus casas en el extremo de uno de los barrios, de tomar la línea 10, “hacemos unas cuadras y tomamos el 10, pero tampoco es la solución para todos porque acá hay mucha gente que necesita el 17 Luis Piedrabuena-Educación porque son adultos, personas grandes, que no pueden caminar mucho. Y sí es cierto que no entra más a la noche como lo hacía antes. Esperemos que revean y que realmente quienes deban ejercer el control, lo hagan”.





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