ARISTÓBULO DEL VALLE. La policía identificó, mediante huellas dactilares, al presunto asesino del comerciante Elisandro Javier González (28). Se trata de un ex convicto de unos 50 años, quien ya se hallaba prófugo de la Justicia desde hace un tiempo, cuando no regresó de una salida transitoria de que gozaba en la Unidad Penal II de Oberá. El sujeto cumplía en ese presidio una condena al parecer por un homicidio perpetrado hace unos diez años en la Zona Centro de Misiones.Elisandro fue ultimado a golpes en la cabeza el pasado 29 de agosto, y su cadáver hallado al costado de un camino vecinal de la Picada Propaganda del municipio de Aristóbulo del Valle. Su camioneta Chevrolet Montanda (que fue robada por él o los asesinos), fue encontrada poco después en medio de un teal de Campo Grande. Justamente las pericias que realizó la policía científica en ese vehículo fueron la clave para hallar al sospechoso, ya que los expertos levantaron rastros y dieron con huellas dactilares que le pertenecían al ex convicto, oriundo de 25 de Mayo (ver recuadro). Un crimen complejoGonzález era ex empleado municipal de Aristóbulo del Valle y dueño de un taller de repuestos y reparación de motos y bicicletas. Fue asesinado ese miércoles 29 de agosto pasado en un camino vecinal de la picada Propaganda. Su cuerpo fue hallado a las 22 por una pareja, estaba tendido a la vera de dicha senda, con signos de haber sido ultimado a golpes en la cabeza. El o los autores huyeron en su camioneta Chevrolet Montana, la cual fue hallada al otro día en un teal de Campo Grande (a unos 16 kilómetros de la escena del crimen). Por indicios la Policía sabe que el joven iba a encontrarse con alguien supuestamente en Alem, porque un amigo lo vio intercambiar mensajes momentos antes de que en forma repentina suspendiera su presencia en un asado, que él mismo organizó en Aristóbulo del Valle. El abrupto cambio de planes, es decir, no quedarse al asado, sumado a que estuvo comunicándose con alguien en forma constante antes de su muerte, habla a las claras de que tenía una cita. No se descartaba que el asesinato fue en el marco de un ajuste de cuentas. Como parte de la investigación también se hicieron cruzamientos telefónicos. La causa siempre fue encarada como compleja por parte de los uniformados. La clave de una resoluciónLos peritos de la Policía Científica “levantaron” huellas dactilares del chasis de la camioneta Chevrolet Montana del comerciante y las muestras fueron remitidas al gabinete de la Dirección Criminalística, en Posadas, a cargo del comisario general Julio Bordín.Allí se cotejaron las huellas recogidas en el vehículo con las existentes en la base de datos de la Policía de todas aquellas personas con antecedentes delictivos.Así fue como saltó la identidad del hombre que anoche era intensamente buscado por distintos puntos de la provincia, Paraguay y Brasil.Se trataría de un hombre de extrema peligrosidad, dueño de un prontuario de temer.





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