POSADAS. Un joven cabo de la Policía de Misiones permanecía internado anoche en terapia intensiva, después de ser brutalmente atacado en momentos en que procedía a reestablecer el orden junto a sus compañeros en medio de una violenta y numerosa trifulca.Producto de la salvaje agresión, otros seis efectivos de la fuerza provincial terminaron con lesiones de distinta consideración. Sin embargo, la peor parte se la llevó David Cáceres (28), quien a raíz de un piedrazo sufrió hundimiento de cráneo y debió ser intervenido quirúrgicamente en un sanatorio local.Por el hecho fueron detenidos dos sospechosos, quienes serían los autores del ataque. Se trata de un adolescente de 17 años y de un hombre de 50. Los dos, como casi todos los que participaron en la gresca, se encontraban alcoholizados.Todo comenzó alrededor de las 22.30 del domingo, sobre las avenida Ituzaingó y calle 95 de Posadas, a unos pocos metros de la avenida Las Heras. Desde ese lugar provino la llamada de un vecino por ruidos molestos.En pocos minutos arribó una patrulla del Comando Radioeléctrico Oeste para ver de qué se trataba. Pasaron segundos hasta que los policías se percataron del clima de violencia en el lugar: eran unos veinte individuos totalmente alcoholizados que, al ver el móvil, unieron fuerzas contra los uniformados.Superados por completo, los efectivos pidieron refuerzos. Llegaron móviles del Comando de la UR-I, de la Decimotercera y de la Sexta. En este último vehículo, el 3-242, llegó a la escena Cáceres.Totalmente fuera de sí, como endemoniada, la veintena de irascibles inició una descontrolada lluvia de elementos contundentes. Piedras, palos y botellas volaron contra los policías y, desafortunadamente, uno de esos objetos golpeó en la cabeza al joven cabo.El golpe fue de tal magnitud que Cáceres cayó desvanecido. Muestra de la ferocidad del ataque es que, cuando sus compañeros quisieron auxiliarlo, también fueron golpeados y debieron alejarse y esperar que la situación se calmara.Después de dañar varios móviles y de lesionar a otros seis uniformados que participaban del operativo, los violentos se vieron superados y decidieron emprender la fuga. Recién entonces Cáceres pudo ser evacuado hacia el hospital Madariaga y luego a un sanatorio privado de la calle Bolívar, donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencia. Había sufrido un fuerte traumatismo con hundimiento de cráneo y su vida pendía de un hilo.Gracias a la operación, Cáceres comenzó a evolucionar y ayer por la tarde abrió los ojos y hasta logró dialogar con su esposa. “Él está mucho mejor, consciente. Va a permanecer en terapia y en las próximas horas le van a realizar algunos estudios para confirmar que no tuvo lesiones neurológicas”, le contó anoche a PRIMERA EDICIÓN el comisario inspector Miguel Silvero, en vigilia junto al resto de camaradas de la Sexta que aguardaban por la mejora del efectivo en el centro asistencial.Sobre la investigación del hecho, la Policía logró detener a un adolescente de 17 años y a un hombre de 50 que serían los autores directos del ataque. No obstante, hasta anoche los investigadores continuaban trabajando para dar con el resto de los involucrados, quienes ya estarían identificados. ¿Bronca al uniforme?El de la noche del último domingo, donde resultaron heridos siete policías, no fue el único caso del fin de semana largo.Ese día, por la madrugada, otra violenta gresca en el barrio Fátima de Posadas dejó a dos policías heridos y a un joven apuñalado, que continúa en grave estado.Eso, sin embargo, no fue todo. En Oberá, otro cabo de la fuerza sufrió escoriaciones y contusiones al detener a un joven de 24 años que había atacado a piedrazos la casa de su ex suegro. El apresado también estaba alcoholizado.Y, como si lo anterior no fuera poco, en Eldorado un automovilista que había llegado a un control en el kilómetro 7 de la avenida San Martín arremetió con golpes y patadas contra un agente que le había pedido los papeles. El detenido, una vez más, estaba ebrio.





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