POSADAS. Mediante un taller de comunicación y ciudadanía en el barrio A-4 Nueva esperanza, se materializó el proyecto “Para que no sólo el espanto nos una”, dentro del cual los jóvenes del lugar tomaron clases de fotografía y adquirieron algunas nociones para ver en “otro foco” lo que sucede en el barrio, y que definitivamente no es sólo violencia, drogas o delincuencia.La muestra, que estará a consideración del público a partir de este jueves, continuará abierta hasta el 4 de noviembre en las salas del museo provincial de Bellas Artes “Juan Yaparí”. Con ello, la mesa multiactoral que trabaja con Nueva Esperanza hace más de 10 años, a través de diversas instituciones, nuevamente pretende contrarrestar la imagen negativa, los prejuicios y la marginación que se han arraigado en la sociedad sobre el barrio. En concreto se expondrán un total de 40 fotos que registraron los asistentes al taller (adolescentes de entre 14 y 18 años) y que hace algunas semanas se exhibieron en el marco de distintas actividades sociales, educativas y artísticas en el anfiteatro de Nueva Esperanza. “Esas fotos realmente muestran otra cara del barrio. Esta imagen negativa del barrio es la que queremos contrarrestar y se nos ocurrió exponerlas ante la sociedad, ya que las fotos tomadas por los mismos jóvenes del barrio, porque esos barrios muestran otra cara: un barrio más amistoso, lleno de niños alegres, que comparten, que juegan en las calles o en las plazas, que son felices.Responder y contrarrestarContrarrestar los prejuicios y las ideas instaladas, que se han arraigado en la sociedad sobre el barrio A-4”, detalló, Andy Wedekamper.“Lo hicimos presentando la fotografía desde otro lugar, ya que ahora la fotografía está muy cerca de los jóvenes a través de facebook. Además hoy en día todo el mundo tiene una cámara a través de un celular por ejemplo. Entonces, buscando devolverle el lado comunicacional a la fotografía para que los chicos de barrio puedan mostrarnos el barrio desde otro lugar empezamos, primero eran seis y terminamos con 12 jóvenes. Desde allí se puede ver un barrio diferentes. En las fotografías hay muchas sonrisas, ojos brillantes, juegos en las plazas. Lo fundamental fue salir y recorrer el barrio y darle la jornada a los jóvenes para que ellos tengan la palabra”, había graficado oportunamente Micaela Morán, otra de las comunicadoras que forman parte del proyecto de extensión de la Facultad de Humanidades.





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