AKCAKALE, Turquía (AFP-NA). Turquía continuaba ayer sus bombardeos contra Siria en respuesta al lanzamiento de varios obuses contra el pueblo fronterizo de Akcakale, que costó la vida a cinco personas, y pidió luz verde a su parlamento para responder, pero aseguró que no desea la guerra.El ejército de Ankara reanudó al alba sus disparos de artillería en suelo sirio, indicó a la AFP una fuente de seguridad turca, un día después de que lanzara las primeras salvas, que impactaron en los alrededores del puesto fronterizo sirio de Tall al Abyad, frente a Akcakale, en represalia al impacto de obuses sirios contra esta localidad turca.Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la respuesta militar turca, que se produjo contra una posición del ejército fiel al presidente Bashar al Asad en la región de Rasm al Ghazal, cerca de Tall al Abyad, mató a “varios soldados sirios”.Decidido a no dejar el ataque sirio impune, el Gobierno turco solicitó al parlamento la autorización formal para desarrollar operaciones militares en territorio sirio en nombre de la “seguridad nacional”.La constitución turca prevé que toda operación militar exterior debe ser autorizada previamente por el parlamento.El parlamento de Turquía adoptó el jueves una moción del Gobierno autorizando a las Fuerzas Armadas a conducir “si fuera necesario” operaciones en Siria tras un grave incidente fronterizo que costó la vida a cinco civiles turcos, informó la prensa local.El texto de la moción fue adoptado con el voto favorable de 320 legisladores, contra 129 en contra. La asamblea nacional turca se reunió en sesión especial a puerta cerrada, indicaron las cadenas turcas de televisión.Por su parte, el Gobierno de Siria admitió a las autoridades de Turquía que varios obuses disparados por sus fuerzas armadas cayeron en territorio turco, provocando la muerte de cinco personas, y pidió disculpas por lo ocurrido, dijo ayer el vice primer ministro turco, Besir Atalay.“La parte siria admitió lo que había hecho y pidió disculpas”, aseguró el alto dirigente a la prensa tras la sesión de emergencia del parlamento turco para aprobar la autorización a una respuesta militar.Atalay añadió que el Gobierno sirio aseguró a las autoridades turcas que “un incidente de este tipo no se repetirá”.No obstante, Atalay insistió en que la luz verde aprobada por el parlamento “no es una moción para la guerra”.Soberanía turca“Turquía no busca la guerra, pero es perfectamente capaz de defenderse contra cualquier ataque que amenace su soberanía”, dijo a la prensa Omer Celik, uno de los vicepresidentes del Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP).Ya el miércoles por la noche, el jefe del Gobierno turco, Recep Tayyip Erdogan, mostró su determinación de responder al bombardeo.“Turquía no dejará nunca impunes semejantes provocaciones del régimen sirio, que amenazan nuestra seguridad nacional, respetando el derecho internacional y sus reglas de intervención”, dijo Erdogan tras una reunión de urgencia con sus consejeros.El incidente de Akcakale fue condenado por Estados Unidos y por la OTAN, que mostraron una solidaridad inquebrantable con Ankara, uno de los 28 países miembro de la Alianza Atlántica.El miércoles por la noche, el Consejo de la OTAN se reunió de urgencia en Bruselas para requerir a Siria el cese de “las violaciones flagrantes del derecho internacional”.Condena unánimeLos quince miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debían publicar ayer una declaración de condena de los disparos sirios solicitando a Damasco que respete el territorio de sus vecinos.Esta declaración debía ser ratificada el miércoles por la noche, pero en el último momento, Rusia, aliada del régimen sirio, solicitó el aplazamiento de su adopción. Rusia, opuesta sistemáticamente a toda condena a Damasco, podría proponer modificaciones del texto o lanzar la idea de una investigación internacional sobre el incidente, según un diplomático.El deterioro de la situación entre Ankara y Damasco en torno a su frontera común ocultó el resto de la situación en Siria.Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 18 miembros de la fuerza de élite de la Guardia Republicana murieron ayer por la mañana en Qudsaya, en las afueras de Damasco, por una explosión seguida de un tiroteo.





Discussion about this post