POSADAS. La creciente demanda de energía eléctrica en toda la provincia llevó a la empresa prestataria del servicio (Emsa) a afrontar un ambicioso plan de inversiones a corto y mediano plazo por un total de 36 millones de pesos, pero las restricciones a las importaciones impuestas por el Gobierno nacional conspiran para que los proveedores puedan entregar en tiempo y forma algunos elementos considerados indispensables para garantizar la normal provisión de luz de cara al próximo verano, al menos en la capital provincial.Ayer, el presidente de Emsa, Sergio Ferreyra, junto a los ingenieros a cargo de los diferentes sectores operativos de la empresa, brindó un pormenorizado informe de los costos que demandó reacondicionar el sistema eléctrico en toda la provincia luego del temporal del 18 de septiembre y de la tormenta del 2 de octubre (ver nota aparte), como así también sobre los trabajos que se llevan adelante para el verano.“Quisiera decirle a la sociedad de Misiones que haga uso racional de la energía en toda su magnitud, que solamente la ocupe en las cosas que son de extrema necesidad, para evitar que tengamos que realizar cortes o que las líneas se sobrecarguen. De cualquier manera desde la empresa hemos tomado algunas medidas que fueron estrictamente necesarias y que han sido analizadas con todos nuestros técnicos y que servirán para mitigar lo que será la demanda del verano”, indicó Ferreyra en su exposición ante los medios de prensa.También recalcó que “hacemos el pedido de racionalidad porque estamos trabajando mirando no solo este verano, sino de acá a uno o dos años, porque hay obras en construcción”.A su turno, el ingeniero Julio Rockembach detalló que “las obras para el verano las iniciamos antes de junio y creemos que vamos a llegar a tiempo. Dependemos un poco de la provisión de elementos, como un transformador de 44 MVA, que podría ser nuestro cuello de botella para ser instalado en la zona de San Isidro, que ya debió llegar a la provincia pero seguimos esperando. Tenemos la promesa del proveedor de que se nos entregará próximamente, pero como son insumos importados… en caso de que eso no ocurra tenemos previsto implementar cortes rotativos”.No se ve el impactoLuego el titular de la empresa eléctrica ofreció un pantallazo general de los costos de los trabajos que se llevan adelante y la importancia que le asignan a esas inversiones. “Quizás la mayoría de la gente no dimensione lo que se está haciendo porque no se ve el impacto, ya que todavía no tenemos la respuesta en la calidad de energía que tenemos que entregar. Solamente en Posadas, en varias subestaciones se trabaja en la ampliación de potencia, como Itaembé Miní, Villa Lanús, hospital, ruta 12, Garita, centro, montaje de alimentadores, obras civiles para la ampliación de la subestación ruta 213 y hospital, entre otras, lo que lleva a una inversión de 16.500.000 pesos exclusivamente para el verano”, dijo el funcionario. “En el interior sucede algo similar en distintas localidades con 17 millones de pesos. Las obras de líneas de transmisión, limpieza de franja de seguridad, materiales de mantenimiento, hacen 2.300.000 pesos que en definitiva redondea 36 millones de pesos para el verano”, resaltó Ferreyra. 58.196.000“El cierre de las erogaciones que tuvimos en el último temporal del 18 de septiembre arrojó que en el distrito capital, entre horas extras, equipamiento, colaboración de empresas privadas y gastos de reparación definitiva de las líneas, el monto ascendiera a 5.157.000 pesos. En el interior, en 38 municipios, mano de obra y materiales, 8.859.000 pesos. Las líneas de transmisión de Posadas e interior llegaron a los 8.180.000 pesos. Esto refleja que el total para ese accidente climático alcanzó los 22.196.000 pesos”, señaló el titular de Emsa, Sergio Ferreyra.Más adelante apuntó que “entre lo que demandó la tormenta y lo que se está invirtiendo para el verano se alcanza a 58.196.000 pesos. Lo que pone de manifiesto el nivel de inversión que se hace en el distrito capital e interior de la provincia”.





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