BUENOS AIRES (DyN-NA). Enrique Alfonso Severo, un ferroviario que debía testimoniar ayer en el juicio por el asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, permanecía desde la noche del miércoles en paradero desconocido y según su familia había sido secuestrado.“Alguien lo secuestró” y “se lo llevaron”, dijo el hijo, Gastón Severo, y agregó que su padre “está desaparecido y nosotros estamos destruidos”.El joven precisó que Enrique “salió de casa, en Sarandí, a eso de las 23.30, iba a diez cuadras, a la casa de la madre de mi hijo. Llamó y dijo ‘estoy yendo’, pero nunca llegó”.Silvia Nuñez, la esposa del hombre desaparecido, radicó a las 3.20 una denuncia por la suerte que habría sufrido su marido.Hallaron el vehículoCon el recuerdo aún fresco de la desaparición del testigo de la represión Jorge Julio López, la noticia disparó una intensa búsqueda por parte de las autoridades y en las primeras horas de la tarde de ayer los investigadores hallaron el automóvil del hombre (un Renault Clio 5 puertas negro), a cinco cuadras de su domicilio en la localidad bonaerense.Según indicaron fuentes judiciales, en el vehículo, sobre el que trabajaba personal de la Policía Científica, se hallaron los documentos de Severo y dinero en efectivo.El Ministerio de Seguridad envió una nota con el pedido de búsqueda y tres fotos del hombre a las cuatro fuerzas de seguridad y al Ministerio Público Fiscal (MPF), dado que la procuradora, Alejandra Gils Carbó, solicitó informes para que también proceda a buscarlo el titular de los NN, José María Campagnoli.Además, la fotografía de Severo circulaba por las redes sociales y el Partido Obrero convocó a todas las fuerzas a una movilización a Plaza de Mayo. Conocía a fondo el ambienteEn ningún momento él se hubiera borrado, pongo las manos en el fuego por mi padre”, indicó su hijo al canal de noticias TN y aseguró que “estaba super entusiasmado con ir a declarar porque quería que se aclare todo esto” del asesinato de Mariano Ferreyra.Consultado sobre qué tenía para decir en el juicio, Gastón sostuvo que “él conoce desde el primero al último (de los ferroviarios) que aparecen en los videos en la estación Avellaneda cuando fue el crimen de Mariano Ferreyra” y comentó: “Sabe qué clase de personas son”.Su declaración era considerada “clave”, ya que el hombre había detallado haber visto un arsenal de armas en una oficina de la Unión Ferroviaria (UF) días después del crimen y, además, había denunciado una balacera en el frente de su domicilio por su testimonio en la etapa de instrucción.Sin embargo, no era un testigo directo del asesinato del joven militante del PO, ocurrido el 20 de octubre de 2010, aunque por haber trabajado en Ferrobayres tenía conocimiento de los manejos internos de los ferroviarios.





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