TEHERÁN, Irán (AFP-NA). La intervención de la policía antimotines ayer en el centro de Teherán, donde se encuentran las principales casas de cambio de divisas, provocó protestas y choques con las fuerzas del orden, según testigos presenciales.Cientos de policías antimotines que fueron desplegados en el barrio de Ferdousi donde se encuentran los cambios obligaron a cerrar los negocios. Varias personas lanzaron piedras contra las fuerzas del orden, indicaron testigos.Hubo varios detenidos y se incendiaron depósitos de basura, desprendiendo columnas de humo negro en la zona. “Bajamos las cortinas a causa del operativo policial destinado a detener a los revendedores ilegales”, dijo a la AFP un cambista oficial de Ferdousi. La intervención policial tuvo lugar tras un fuerte descenso del valor de la moneda iraní, el rial, con respecto al dólar.La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland, estimó el pasado lunes que la histórica depreciación de la moneda iraní, que perdió 80% en un año, muestra el “éxito” de las sanciones internacionales impuestas a Irán por su programa nuclear. Irán desmiente las acusaciones de las potencias occidentales sobre un posible uso militar de su programa nuclear y afirma enriquecer uranio para producir electricidad e isótopos médicos, que se usan para diagnosticar ciertos tipos de cáncer.ContextoEl rial ha estado cayendo a mínimos frente al dólar estadounidense casi a diario en tanto las sanciones económicas que Occidente impone a Irán por su controvertido programa nuclear recortan drásticamente el ingreso por exportaciones de petróleo. Ese panorama mina la capacidad del banco central iraní de respaldar la moneda.Los iraníes, en pánico, se han desesperado por comprar monedas duras, lo que hundió aún más al rial.Con la tasa de inflación oficial de Irán alrededor del 25%, la debilidad monetaria está dañando los estándares de vida y amenaza con empeorar ante una caída reciente del empleo en el sector industrial.El Gobierno culpa a los especuladores del colapso del rial y ordenó a los servicios de seguridad actuar contra ellos.“Todo el mundo quiere comprar dólares y está claro que hay cierta corrida bancaria”, dijo un diplomático occidental en Teherán.“El anuncio del presidente Mahmud Ahmadineyad de usar a la policía contra los operadores de cambio y especuladores no ayuda para nada. Ahora las personas están incluso más preocupadas”, agregó.Los seguidores de la problemática iraní señalan que las protestas implican una amenaza para Ahmadineyad más que para el gobierno, pero su mandato terminará en junio, cuando está prevista una elección presidencial y el actual mandatario no puede apuntar a un tercer período en ningún caso.Estos expertos esperan que el gobierno detenga los acuerdos de cambio e inyecte dinero para estabilizar la moneda y evitar que se expandan las protestas.“El enemigo (nos) impuso sanciones contra las ventas de petróleo. Una gran parte de las divisas provienen del petróleo. Y lo que es peor, sanciones contra los intercambios bancarios para que si vendemos petróleo no podamos cobrarlo. Es una guerra oculta a escala planetaria”, aseguró Ahmadineyad.





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