POSADAS. La Justicia procesó con prisión preventiva a un joven de 22 años por propinarle una brutal golpiza a su hijastro, un menor de cuatro años. El imputado, identificado como René Fernández, fue acusado tras la instrucción de la causa de “lesiones graves, agravadas por su comisión y ensañamiento y alevosía”, indicaron fuentes oficiales. El caso, reflejado en su momento por PRIMERA EDICIÓN, tuvo trascendencia nacional, teniendo en cuenta la ferocidad de los castigos que recibía la indefensa víctima. La resolución fue dada a conocer en las últimas horas desde el Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, a cargo del magistrado José Alberto López. Actualmente el chiquito se encuentra bajo la tutela de su padre biológico, y recibe atención psicológica del cuerpo médico del Poder Judicial, indicaron las fuentes consultadas. La madre del menor, quien fue investigada en su momento ya que se presumía que podría haber encubierto las brutales palizas que recibía su hijo por parte del padrastro, fue sobreseída por el mismo juez. El acusado fue trasladado a la Unidad Penal VI del capital provincial, donde quedará alojado y a la espera de que el caso llegue a instancia de juicio. Obsesión perversaEl acusado fue detenido el sábado 19 de mayo pasado a las 23, en el domicilio de la madre, situado en el paraje Santa Inés de Garupá.Allí pretendió esconderse de las autoridades después de enterarse de que era buscado intensamente por la Policía, luego de conocerse una denuncia en su contra por propinarle una brutal golpiza a su hijastro de sólo cuatro años, al que había enviado al hospital en estado crítico y con riesgo de vida. El informe médico policial fue tremendo. Confirmó que el niño tenía rastros de una brutal paliza en distintos sectores del cuerpo. Incluso, detalló que a simple vista podían verse los hematomas por las patadas que había sufrido a la altura del estómago.Lo peor de todo es que, a partir del resultado de los exámenes médicos, se pudo comprobar secuelas de palizas anteriores, como cicatrices y heridas a medio sanar. El acusado tenía una suerte de obsesión perversa con el niño, porque formaba parte del pasado sentimental de su mujer, que él no podía borrar. Por eso lo tenía noche y día junto a él, para desatar toda su furia contra un inocente. Ese mismo día en que fue detenido el ahora procesado, el caso saltó a la luz a través de un llamado del Hospital de Pediatría de Posadas. En el mismo se alertaba del ingreso de un nene de cuatro años en grave estado, producto probablemente de una feroz golpiza.Los uniformados establecieron, a partir de una entrevista con la madre del nene, que el hecho de violencia habría ocurrido en la vivienda que el matrimonio y su familia habitaban en el populoso barrio Santa Clara II, en el municipio de Garupá. El pequeño había nacido en el seno de una relación amorosa anterior de la madre. El acusado se enteró de que la Policía se entrevistó con su pareja y le habría dicho a ella que no lo denunciara. La madre fue sobreseídaPese que al principio de la investigación los uniformados y peritos judiciales sospechaban que en un primer momento la joven madre de la víctima tomó una actitud cómplice, y que incluso habría llegado a decir que el niño se cayó y lastimó al golpear contra el suelo, finalmente fue sobreseída en la causa. Se presume que acuciada por el cúmulo de pruebas, decidió radicar la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Mujer, dependiente de la Unidad Regional X.El hombre se escondió en la casa de la madre, en Santa Inés, pero de nada le sirvió ya que lo ubicaron y apresaron. Vale recordar que la madre del pequeño, de 21 años, en un principio habría intentado ocultar la verdadera historia, como protegiendo a quien era su actual pareja y ahora acusado, con la que tendría un bebé de meses. La coartada habría sido que el nene, hijo de una relación anterior, se había caído y lastimado.Sin embargo, las conclusiones del informe médico policial fueron contundentes y desecharon, de cuajo, que las lesiones fueran por esa causa.Con ese informe en las manos, el juez de Instrucción 7 de Posadas, José Alberto López, ordenó primero el arresto del padrastro del pequeño, y ahora decidió procesarlo. Cabe consignar que el caso tomó trascendencia nacional al conocerse la saña y crueldad con la que era tratada la víctima.





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