ARISTÓBULO DEL VALLE. Tras cuatro año de trabajo de hormiga, reuniendo fondos con colaboración de vecinos, organización de rifas, ferias de platos y festivales, el hogar de la Asociación Civil de Padres en Apoyo al Discapacitado está concluido.“Lo que más queremos es abrir las puertas del hogar, porque en esta zona hay muchas personas que necesitan una atención especializada y viven en condiciones muy precarias”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Nélida Márquez (43), técnica en rehabilitación y discapacidad, masajista y fundadora de la ONG aristobuleña. Pero pese a que el edificio está listo para alojar en forma gratuita a 21 personas, aún no se puede estimar una fecha de habilitación porque falta garantizar los sueldos para al menos doce personas que trabajen en el lugar. “Entre cocinero, personal de limpieza y enfermeras, calculamos como mínimo que debe haber doce personas, al menos para empezar, y por eso estamos tramitando los sueldos”, agregó Márquez, señalando que hace algunos meses dialogó con Marcela Alvez, titular de la Dirección Provincial de Discapacidad, sobre la posibilidad de que los mismos fueran financiados por esta repartición estatal. Espacio para talleres y terapiasEl hogar se encuentra emplazado en un predio de 24 hectáreas cedido por el Gobierno provincial. Cuenta con siete habitaciones con cuatro camas cada una, sus respectivos baños, cocina, etcétera.“Hace cinco años teníamos el sueño de comenzar a hacer el hogar, hoy ya está hecho y nuestro sueño ya está prácticamente cumplido. Y una vez que empiece a funcionar, todo lo demás va a ser un regalo”, señaló Márquez.Cada centímetro del edificio es la mejor metáfora del trabajo solidario que le dio vida. Las paredes se construyeron con ladrillos comprados a base de colectas, donaciones desde Buenos Aires y de un grupo solidario de Irlanda. Pero también, están construidas con ladrillos donados por olerías de la zona. Lo mismo ocurrió con las maderas, hierros, chapas de zinc, cemento, ya que muchas de ellas fueron compradas y otras recibidas en donación de familias y empresas de Aristóbulo del Valle y sus alrededores.Los colchones para las 21 camas fueron donados por la firma Piero, que también entregó otros veinte colchones para familias carenciadas de la zona que serán otorgados en diciembre.Seguir soñandoDadas las grandes dimensiones del hogar, la intención es construir una pileta climatizada para realizar hidroterapia, una pista para equinoterapia -terapia con caballos- e incluso otro edificio donde se puedan desarrollar talleres protegidos. “La idea es que las personas que asistan puedan aprender un oficio, como carpintería, panadería, plástica, papelería, siempre acorde a sus capacidades. De esta manera, con la venta de lo que ellos puedan producir, se podrán generar recursos para el hogar, pero también para que cada persona pueda aportar a la manutención de su propia familia, trabajando junto a sus padres”, destacó Márquez, haciendo hincapié en la importancia que remite esta posibilidad de inclusión laboral de las personas discapacitadas.Actitud solidariaLa inquietud de Márquez por la problemática de los discapacitados en la zona se remonta varios años atrás, más precisamente a 1998. “Había empezado a trabajar con una candidata a intendente de Aristóbulo. No es que me gustaba mucho ese trabajo, pero lo interesante fue que tuvimos que recorrer los barrios, casa por casa, y ahí fue que me encontré con una gran cantidad de personas con discapacidad que no tenían para comer, ni ropa, ni medios para ir al médico, ni silla de ruedas, nada de lo necesario”, señaló Márquez. De inmediato propuso a la candidata generar una estrategia para ocuparse del tema, pero aparentemente la aspirante al cargo no se interesó por el tema. “Entonces empecé sola -indicó-. Organizamos una comisión de padres de chicos con discapacidad y trabajamos en un principio como filial de una institución de San Antonio, pero como era muy complicado hacer los trámites porque todo tenía que firmarse allá, decidimos organizar nuestra asociación, con personería jurídica propia”, agregó la mujer.La ONG, cuya comisión directiva está integrada por unos 16 padres, recibe y distribuye en forma personalizada las donaciones reunidas por la campaña “Agrotóxicos Niños Envenenados”, gestada en Posadas a fines de 2011. La asociación es referente de la zona sobre lo vinculado a esta problemática tan acuciante en la provincia. Como dato, cabe señalar que según el relevamietno realizado en 2001, en Aristóbulo del Valle y sus zonas de influencia se detectaron 600 personas con algún tipo de discapacidad. “Es un relevamiento que tiene algunos años y lo tenemos que actualizar, pero suponemos que se sigue incrementando el número de casos a causa del uso de los agrotóxicos en los cultivos”, indicó Márquez.





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