LA PLATA. El seleccionado argentino de rugby sufrió el poderío de Nueva Zelanda, el campeón mundial, y sucumbió por 54-15 en el estadio Ciudad de La Plata. Los All Blacks fueron letales en cada uno de sus ataques y se aseguraron el título en el Rugby Championship, cuando aún resta una fecha por disputarse. La despedida de los Pumas, que suman un empate con Sudáfrica y cuatro derrotas, será el próximo sábado ante Australia, en Rosario. Los argentinos sorprendieron en el inicio porque se plantaron en campo contrario gracias a la presión de los forwards en los rucks. Los visitantes no lucieron cómodos, apelaron demasiado al pie de Dagg y sufrieron un golpe al mentón a los 7 minutos. Obtención en el line, apertura de Hernández hacia su izquierda, González Amorosino dibujó una gran maniobra y descargó para Landajo, que apoyó el try.La algarabía albiceleste empezó a apagarse a partir de los 15, a medida que Nueva Zelanda aprovechó los problemas de manejo en zonas claves y las grietas defensivas. Ma’a Nonu le sirvió el primer try a Smith, mientras que luego Carter convirtió para poner el 7-5. El mismo apertura amplió la brecha con un penal a los 18. En tanto, Jane apoyó un nuevo try a los 22, gracias a una genial asistencia de Read (Carter volvió a convertir). Hernández descontó con un penal (llegó a 101 tantos con el seleccionado), pero Carter puso el 20-8 a través de la misma vía.En los últimos 10 minutos del periodo inicial, los campeones del mundo dieron una clase de rugby. Un combo que incluyó técnica en velocidad, potencia, inteligencia táctica y agresividad.El marcador parcial quedó en 32-8 favorable a la visita, una diferencia que no recompensó el esfuerzo realizado por los jugadores locales.El amanecer del segundo tiempo pareció un espejo del arranque, porque los Pumas tuvieron la iniciativa y se plantaron en campo rival a puro esfuerzo. Luego de siete minutos de empuje, Camacho logró el segundo try local. Pero la respuesta de los campeones mundiales fue lapidaria. Llegaron varios tries, el costo inevitable a pagar por tomar mayores riesgos en ataque ante un equipo superlativo. Un final previsible, que confirmó el poderío indiscutible de los All Blacks y una derrota más de Los Pumas en el proceso de adaptación al certamen más complejo del rugby mundial.





Discussion about this post