PUERTO IGUAZÚ. Durante el florecimiento del Lapacho, surgen también los vientos nuevos, el espacio nuevo provocando un nuevo período de cosecha y abundancia. Es el Ara Pyau, o Año Nuevo mbya guaraní, que se celebra con la llegada de la primavera.La aldea más populosa de la provincia de Misiones, Fortín Mbororé, abrió su comunidad para compartir el festejo junto a los criollos, y debido a su gran interculturalidad el programa de festejos fue variado desde competencias de arco y flecha a campeonatos de fútbol.En un hermoso día cálido, primero se realizó un acto donde participaron autoridades municipales, el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta, junto a quienes dirigen la comunidad como el cacique Silvino Moreyra y junto a él los docentes de la Escuela bilingüe 807, el médico de la aldea y el chamán.Más allá de las celebraciones por el Ara Pyau, el cacique aprovechando la presencia del ministro, recordó que 41 paisanos aún no tienen Documento Nacional de Identidad.“Todos nos dicen ustedes son dueños de la tierra, tienen derecho pero no tenemos documento y cuando vamos al banco tenemos que hacer los mismos requisitos que los demás”, comentó Moreyra.Por su parte, Soria Vieta resaltó que “es importante ser libres y a ustedes hay que darles una mano para tener igualdad de oportunidades en educación, salud, ante la ley. La educación da conocimiento y eso les va hacer libre y nadie podrá venir a engañarlos por una bolsa de harina o una botella de alcohol”. Además dejó su compromiso de seguir trabajando por los pueblos originarios. Cultura milenariaLuego de varios acontecimientos sociales que derivaron en crisis de la comunidad mbya, el cacique aseguró que “la cultura mbya guaraní sigue viva pero tenemos que trabajar para mejorar la calidad de vida”.En Mbororé viven unas 1.250 personas que conforman más de 200 familias, en su cosmovisión ellos aseguran que “nosotros no somos dueños de la tierra, somos seres que venimos del cielo a pasar en esta tierra y tenemos un tiempo de vivir y nuestro cuerpo queda en la tierra”. Con danzas en el Opy, recibieron el año nuevo y también quieren renovar su forma de vida sin perder sus costumbres. “El Gobierno nos da la tierra y tenemos que producir alimentos y por eso decimos que no queremos donaciones de ropa sino que queremos herramientas y nosotros nos compramos lo que queremos”, aseguró Moreyra.Además el líder de la aldea resaltó que “para que seamos libres tenemos que estudiar. En esta comunidad hemos tenido muchos problemas y hoy estamos superando y creo que desde el ‘89 que estoy a cargo nunca fuimos opositores al gobierno pero no nos tenían en cuenta como personas, hasta que llegó la renovación”.





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