PARAJE SAN JUAN, SAN ANTONIO. Vieron pasar el Prosap I, vieron pasar el Prosap II y ahora están esperando que el Gobierno se digne a finalizar las obras del Prosap III. El Paraje San Juan lleva más de treinta años esperando el suministro eléctrico y todas las posibilidades que brinda disponer de ese servicio básico.Como en muchas zonas rurales de la provincia, en el año 2003 se llevó a cabo el relevamiento y siete años después, a fines de 2010 y con claros fines electoralistas, comenzaron las limpiezas para el posteo y el tendido de cables para la instalación del tan ansiado servicio. En San Antonio coincidió casualmente que una de las cabezas visibles de la empresa encargada era a su vez un candidato a intendente por la renovación, quien se cansó de prometer que a más tardar en junio de 2011 el paraje iba a disponer, sin dudas, del preciado servicio.Promesas incumplidasPues bien, confiados en los dichos de los “responsables” muchos de los vecinos incluso llegaron a proveerse de algunos electrodomésticos básicos que facilitan y/o son parte de la vida cotidiana en este siglo XXI, lavarropas, heladeras, televisores, planchas, entre otros elementos, nada del otro mundo, lo básico. Un año y medio después de la última vez que se vio gente trabajando en la línea de luz, casi todos los electrodomésticos están aún sin estrenar y la gente del paraje no cree más en promesas.PRIMERA EDICIÓN recorrió el Paraje San Juan y dialogó con sus habitantes, agricultores dedicados a la producción de tabaco, maíz, yerba, cítricos, cría de animales y todo aquello que les permita generar algún ingreso para paliar las dificultades que se viven en el agro misionero.“Somos ciudadanos de cuarta”Jorge H. (53) lleva diez años viviendo junto a su familia en el paraje: “Cuando empezaron con la red nos dijeron que en pocos meses iban a conectarnos, pero ya pasó más de un año y medio y nada”.“Nosotros tenemos problemas de agua y sin suministro eléctrico se nos hace imposible bombear desde el arroyo, por eso además de las incomodidades obvias al no disponer de suministro eléctrico se nos agrega el problema del agua”, y agrega que “saqué a crédito un pequeño generador para sobrellevar esta situación, pero con apenas dos o tres horas por día que lo utilizamos nos genera un alto costo, estamos gastando en eso unos 400 pesos mensuales, es mucha plata para nosotros, nos hace privar de un montón de cosas, pero no tenemos otra opción”, explica Jorge.Y para finalizar comenta: “Antes de las elecciones nos decían que nos iban a conectar, pero ahora nos dicen que falta energía, yo les pido que paren de mentirnos, que no jueguen más con nuestra necesidad”.José S. (32) está casado y tiene dos hijos en edad escolar, lleva más de ocho años en al paraje y en diálogo con este matutino expresó: “Estamos ‘pichados’, queremos la luz, lo que más necesita el colono son caminos y luz, nos prometieron que enseguida venía la orden de pago y nos conectaban y nosotros confiamos en eso y usando nuestros ahorros, compramos cables, hicimos la instalación eléctrica de nuestra casa, nos compramos una heladera, una tele, pero ya pasó un año y ocho meses y todavía nada, que dejen de mentir y nos conecten la luz de una vez, ¿o vamos a tener que esperar hasta las próximas elecciones? Nos hablan de igualdad de oportunidades, pero nos sentimos ciudadanos de cuarta”.Alejandro C. (34): “Nosotros somos gente humilde y trabajadora, estamos pichados porque todos los días vemos esos postes y el cableado, pero todavía no tenemos luz. ¿Qué hace la gente de Emsa? Parece que estuvieran sentados en la oficina mirando el reloj esperando que pase la hora para al terminar el mes cobrar el sueldo”.“Acá en la colonia sufrimos, laburamos, cuando termina la jornada si queremos tomar un tereré tenemos que correr a algún lado a comprar un hielo, eso no es justo. Todos somos ciudadanos, todos somos argentinos y pagamos nuestros impuestos, entonces merecemos tener la dignidad que tienen otros ciudadanos, ¿por qué privilegian a unos sectores y postergan a otros?”, se preguntó.Consecuencias en la salud “¿Será que no importamos?”Hilda A. (43) sufre de problemas en la columna y artrosis, ha pasado ya por dos operaciones y tiene contraindicadas varias de las actividades que se ve forzada a realizar por no disponer de suministro eléctrico. En la charla mantenida con este matutino manifestó: “Por mi enfermedad los médicos me indicaron que no debo lavar ropa a mano, pero dadas las condiciones en que vivimos no tengo opción. La semana pasada estuve en el doctor y me prohibió terminantemente que realice este tipo de actividad porque se agrava mi enfermedad” y agrega que “cuando empezaron los trabajos para poner la red, sentí una gran ilusión, con unos ahorros que tenía compramos un lavarropas, una heladera, un televisor y creímos que iba a cambiar nuestra vida, pero pasa el tiempo y la luz no llega, yo me siento muy mal, hay noches que no puedo dormir de los dolores que tengo, ni siquiera puedo guardar un remedio en la heladera o ponerme hielo cuando tengo dolor, tenemos que acarrear agua para el consumo, ir a lavar la ropa al arroyo, vivimos como hace doscientos años, es una vergüenza que en pleno siglo XXI tengamos que vivir en estas condiciones, le pido a las autoridades que hagan lo que tienen que hacer, que terminen de una vez por todas con esta obra, así no se puede vivir”.“La última vez que vino alguien fue antes de las elecciones, cuando todos venían, después nunca vino nadie más. ¿Será que nosotros no importamos?”, concluyóEl Paraje San Juan sigue esperando, sus habitantes viven en condiciones similares a las de un siglo atrás, más allá de las inauguraciones “truchas”, es hora que el Prosap III se concrete.





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