BUENOS AIRES (Medios digitales). Ya pasaron casi dos semanas desde el triple crimen que conmocionó a los vecinos de Benavídez. El 27 de agosto último, una vivienda de Uruguay al 600 fue escenario del múltiple homicidio en el que Juan Carlos Cardozo (24), según confesó él mismo la semana pasada, mató a puñaladas a Hilda Ham (76), María Florencia (15) y María Sol Martínez (6), abuela, hermana e hija de su ex pareja, Romina Martínez. Después de la tragedia la vida de la mujer, que ya había denunciado a su ex novio por violencia, tomará otro rumbo antes impensado: viajará para intentar rehacer su futuro en Misiones. Más precisamente en la localidad de Oberá, según publicó ayer un matutino porteño. Un amigo de la familia, que prefirió resguardar su identidad, aseguró que cuando se cierre la causa y Martínez no tenga que estar presente en la zona para responder a la Justicia, viajará a la Capital del Monte para encontrarse con su padre biológico. Según comentó, la expareja de Cardozo es hija de Lidia Ríos, quien falleció hace diez años, y de un hombre con quien habría mantenido una relación a espaldas de su marido, Omar Martínez, quien crió a Romina como si fuera su hija.“Para escaparse de todo esto se va a ir a vivir a Misiones con la hijita de tres años que tiene con Juan Carlos. Ojalá sea fuerte para seguir adelante por ella”, amplió. Para superar el trauma que le produjo la situación, Martínez no solamente viajará a la “tierra colorada”, también es asistida psicológicamente. El dolor por los homicidios también sigue latente en el barrio, en el que los vecinos insisten con el pedido de justicia. Umbanda y San La Muerte Tras el horrendo triple crimen, la madre, hermana y padre del confeso homicida dijeron que el asesino participaba junto con su ex pareja fallecida de ritos umbandas y hablaron de “pactos con San La Muerte” y de rituales que involucraban la matanza de animales. Nelly, su madre, detalló: “Él había ahorrado para comprar un chivo negro para uno de esos pactos con San La Muerte”. Según los padres del joven Juan Carlos Cardozo, “el diablo entró en mi hijo y mató”. Según los familiares del asesino, el joven estaba poseído por deidades umbandas al momento de los hechos. “Lo encontramos en la vía a punto de quitarse la vida”, contó Andrés Cardozo, padre del asesino, y agregó en declaraciones televisivas que la expareja del joven llevaba a la hija de ambos, de tres años, a los rituales y que la niña volvía aterrorizada: “Pido un psicólogo para esa criatura”, dijo.Tras ser capturado el joven confesó ante la Justicia haber asesinado a la abuela, a la hermana y a la hija de su ex mujer, y dijo que está mal psicológicamente. Cardozo contó “detalladamente cómo asesinó a cada una de sus víctimas” y que estaba “muy mal” por lo que había pasado. Tras su indagatoria, Cardozo fue trasladado nuevamente a una dependencia policial, a la espera de ser derivado a una unidad carcelaria. Además, fuentes judiciales dijeron que el acusado será sometido a distintos peritajes psicológicos y psiquiátricos. Cabe agregar que el fiscal que instruye en la resonante causa es Jorge Fittipaldi, de la localidad de Benavídez.





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