TOBUNA. El trágico tornado de San Pedro ocurrió un 7 de septiembre de 2009, y entre los daños materiales que causó, se contó la estructura del Centro Educativo Polimodal 37 (CEP 37) situado en Tobuna. Allí acuden estudiantes de toda la zona afectada por la tragedia. Casi un año después, y notando que la obra de reconstrucción de la escuela había quedado totalmente paralizada luego de una visita presidencial, se armaron de coraje y salieron a denunciar el abandono, reclamando la continuidad y finalización de la obra tal les habían prometido. La campaña se inició inteligentemente a través de las redes sociales y los medios. La imagen de los alumnos dando clases debajo de los árboles -postal de lo que en realidad vivían día a día a falta de edificio escolar- recorrió el país y fue compartida multitudinariamente tanto a través de cadenas de mails como por redes sociales.El mensaje surtió efecto. Al poner en evidencia la desidia estatal, ejercieron presión, lograron despertar la indignación y solidaridad de la gente, y al poco tiempo, la obra fue retomada por la misma empresa constructora que la había abandonado. Aunque ninguna autoridad nunca salió a explicar el porqué de los retrasos, la obra pudo terminarse el mismo año de iniciado el reclamo. Este año, los estudiantes de 4º año, comenzaron a encarar otro desafío que ya está dando frutos. Se trata de una campaña de concientización para la clasificación de residuos en las chacras y domicilios, que tiene como finalidad reducir o eliminar la práctica de la quema de basura a cielo abierto, y al mismo tiempo generar abono orgánico utilizable en las producciones. La campaña se extiende por los parajes de Tobuna, Santa Rosa, El Polvorín y Cruce Caballero, y la idea contempla además poder llevar la misma a otras escuelas y colonias. PRIMERA EDICIÓN llegó hasta la escuela y charló con los alumnos en torno a esta iniciativa.Cambio de paradigma“En esta zona, donde todos vivimos en chacras, nunca pasó el recolector de residuos, por tanto es histórica y cultural la quema de residuos como práctica habitual. Ante eso, lo que nosotros nos propusimos es salir a implementar un proyecto socio-comunitario que consiste en salir a hablar con el vecino, chacra por chacra, explicando lo malo que es para nuestro medio ambiente quemar residuos, y lo bueno que resulta la clasificación de esos residuos” explicó Daniela Schuh, una de las alumnas. Por su parte Facundo Alfonso agregó que “la idea es que nuestros vecinos entiendan que si separan lo que es residuos orgánicos de los inorgánicos, pueden producir su propio compost, su propio abono para potenciar sus plantaciones. Muchos no lo hacían por desconocimiento o por tradición, pero ahora está cambiando eso gracias a esta campaña”. Recorriendo la zona y charlando con los lugareños, se puede comprobar que, en efecto, ya son muchas las familias que han decidido clasificar los residuos en sus chacras a partir de haber recibido la visita de alumnos del CEP 37. Incluso, algunos de los frentes de viviendas exhiben un rasgo hasta hace poco impensado: el contenedor domiciliario para bolsas de basura. Esto tiene que ver con otro logro de los alumnos de esta escuela, quienes hicieron llegar el proyecto de clasificación al municipio de San Pedro, acompañado de un pedido para que se colecte la basura en estos parajes. Los estudiantes lograron algo histórico, ya que desde hace un tiempo un tractor de la Municipalidad pasa a retirar la basura por la zona. Reducir la contaminación“Nuestras colonias después del tornado que pasamos quedó con poco monte. Se perdieron miles de árboles y donde antes había vegetación ahora está todo pelado. Eso afectó mucho y cambió el medio ambiente de la zona. Cuando la gente quema su basura, como es zona de valle, se nota ahora como las emanaciones tóxicas se dispersan y se vuelven el aire que respiramos. Desde ahí partimos para hacer esta campaña, buscamos generar conciencia y que la gente deje de quemar” indicó Belén Cardozo, otra de las alumnas involucradas. Pregonar con el ejemploComo no podía ser de otra forma, la escuela fue el primer espacio donde se comenzó a clasificar y reutilizar la basura. “Empezamos a clasificar y a producir abono, que ya estamos utilizando en la huerta comunitaria que hicimos y mantenemos los alumnos” dice Daniela. “También en nuestras casa estamos clasificando, y convenciendo a nuestras familias de que lo hagan, el cambio tiene que venir casa por casa, y si nosotros estamos haciendo esta campaña tenemos que ser los primeros en reciclar”. Además, señalaron que el objetivo de la campaña incluye poder llevar la concientización a otros parajes y realizar charlas en otras escuelas de la zona. Torcerle el brazo a la desidia “Hemos recurrido a autoridades municipales y gubernamentales que alegraron las esperanzas al empezar una pequeña obra (puesta como fachada) la cual fue abandonada luego de la visita de la señora Presidenta el día 3 de marzo en la localidad de Santa Rosa. Por ello nos preguntamos ¿Dónde habrán quedado los números mencionados y los proyectos ya concretados ese día? Y más nos indigna todavía al pensar ¿no somos los alumnos del CEP Nº 37 dignos de un techo? Son tantas las preguntas que quedan sin respuestas, tantos los reclamos hechos y tantas promesas vacías de sentido…” decía la carta abierta que en 2010 hicieron circular los alumnos del CEP 37, cansados de esperar que el Estado reconstruya la escuela que el tornado destrozó. La carta fue acompañada por una impactante fotografía donde se veía a los alumnos dando clases en bancos de madera bajo un árbol, a la intemperie, tal era la realidad entonces en la escuela. Tras esa campaña, acorralado por las críticas, el Gobierno ordenó al poco tiempo retomar las obras que nadie sabe porqué se habían paralizado. La lucha resultó un ejemplo de cómo torcerle el brazo a la desidia. “Fue algo que tuvimos que hacer en ese momento porque ya nos habíamos cansado de reclamar y estábamos hartos de promesas. No entendíamos porqué habían abandonado la construcción de nuestra escuela que se había quedado sin techo y destrozada. Nos sorprendió el impacto que tuvo en la gente, que a través de Internet y los medios le dieron difusión y eso ayudó mucho a lograr nuestro objetivo. Hoy disfrutamos de nuestra escuela y la cuidamos como un tesoro. Pero si no hubiése
mos salido a reclamar, no sé si hasta ahora no estaríamos dando clases debajo de un árbol” reflejó un alumno.





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