POSADAS. “Podemos afirmar que es un éxito la plantación porque cerca del 95% de los plantines prendieron”, consideró Javier Potschka, el técnico asignado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y el programa Cambio Rural, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), para asesorar en la recuperación de yerbales en los municipios de Hipólito Yrigoyen y General Urquiza, donde hay siete productores que aceptaron el reto de producir con innovadoras técnicas. Se trata de un programa destinado a productores de hasta diez hectáreas de superficie cultivada en estado de degradación, y cuyos recursos financieros provengan exclusivamente de lo generado en su chacra. Consiste en plantar una hectárea de yerba mate policlonal en un remanente de suelo de buena calidad, con insumos y asistencia que provee sin cargo el INYM, y sustituir tres hectáreas improductivas de yerba mate, al cabo de cinco años de iniciado el proceso, por otra actividad agrícola, ganadera o forestal, adecuada a las condiciones del suelo.“Desde que arrancamos fuimos muy criteriosos y exigentes con los productores en cuanto a la preparación del suelo y de plantar en el momento óptimo. Se esperó que haya buena acumulación de agua en el suelo para plantar, de forma tal que el plantín pueda crecer sin dificultad”, contó Potschka.Culminada la etapa de plantación, el ingeniero consideró “un éxito los resultados” porque “cerca del 95% de los plantines prendieron; la única pérdida importante fue de cien plantines, que estaban en una zona baja y fueron afectados por la helada”.Los trabajos actuales en el marco del “Programa de Renovación de Viejos Yerbales” es la entrega de plantines para el replante y de fertilizantes. “El mes de septiembre es mes de brotación de la yerba, y es un momento oportuno para aplicar fertilizantes. Estamos otorgando 45 gramos por planta de un fertilizante compuesto por nitrógeno, fósforo y potasio, que se irán agregando a las plantas a medida que las lluvias lo permitan. Eso, sin perder el cuidado de las hormigas”, explicó Potschka. La primera etapa se implementa con cinco grupos de diez productores cada uno, totalizando cincuenta chacras, distribuidas en Colonia Unión (Corrientes), Apóstoles, Leandro N. Alem, Oberá, Hipólito Yrigoyen y Santo Pipó.





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