CÓRDOBA (DyN). El seleccionado argentino consiguió anoche un muy valioso triunfo por 3-1 frente a su par de Paraguay y beneficiado por la goleada de Colombia a Uruguay se convirtió en único lider de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Brasil 2014.El equipo albiceleste no lució y por momentos mostró serias falencias en la transición de ataque a defensa, pero las apariciones determinantes de Angel Di María a los dos minutos del primer tiempo, de Gonzalo Higuaín a los 30 y de Lionel Messi a los 18 de la segunda etapa fueron demasiado para un deslucido conjunto paraguayo.La visita había conseguido la igualdad transitoria de penal, a los 17 minutos, por medio del argentino nacionalizado Jonathan Fabbro.No fue la mejor versión del equipo argentino, por momentos inconexo y falto de claridad en la toma de decisiones. Pero este seleccionado cuenta con una ventaja que otros no: su poderío individual, el desequilibrio constante que generan sus atacantes le permite sortear con éxito partidos que parecen complicarse porque el rendimiento colectivo no aparece.Los hinchas todavía se acomodaban en las tribunas del Kempes cuando, a los dos minutos, Fernando Gago jugó al claro para Ezequiel Lavezzi, éste aguantó la pelota de espalda, giró hacia la derecha y entregó a Higuaín, quien devolvió de primera y tras un rebote el balón le quedó a Di María, que con un remate con cara interna, a la derecha de Justo Villar, marcó el 1-0.Pese a la tempranera ventaja, y a que tuvo el balón más tiempo que su adversario, al equipo argentino le costó sobremanera elaborar jugadas de peligro, un poco por malas decisiones en los metros finales y otro tanto porque los mediocampistas paraguayos recurrieron a las faltas cuando Messi o Di María tomaban el esférico.Mientras que Paraguay, replegado en defensa, sólo pudo inquietar al equipo argentino con intermitentes escaladas de Víctor Ayala o guapeadas de Roque Santa Cruz que no llevaron peligro para Sergio Romero.El primer acercamiento guaraní fue a los 12, cuando, tras un centro de Ayala, Antolín Alcarez ganó de cabeza y la pelota se fue apenas desviada junto al palo derecho se Romero.Cuatro minutos más tarde, y aunque no había hecho nada para merecerlo, la visita se encontró con la igualdad. Rodrigo Braña intentó despejar de cabeza dentro del área, la pelota le dio increíblemente en la mano y el brasileño Menezes marcó penal.Fue el argentino nacionalizado Fabbro quien se hizo cargo y con un remate violento y muy bien ubicado a la derecha de Romero consiguió el empate. Pero como el fútbol muchas veces carece de lógica, y al igual que sucedió con el empate paraguayo, Argentina se puso nuevamente en ventaja cuando menos lo merecía, esta vez gracias a un error de la defensa albirroja.Es que, a los 30, Higuaín aprovechó una muy mala salida de los centrales visitantes, ingresó al área a pura potencia y con un remate bajo y cruzado, a la derecha de Villar, puso nuevamente arriba al equipo de Sabella. Pudo aumentar Argentina, pero un preciso tiro libre ejecutado por Messi desde la izquierda se estrelló en el ángulo derecho del arco paraguayo.Manejó la diferenciaLa segunda etapa mostró una mejor versión del elenco de Sabella, y en eso mucho tuvo que ver la aparición decisiva de Messi, quien participó más del juego y fue el abanderado de los ataques argentinos. Tanto fue así que a los dos minutos, "La Pulga" tomó el balón en tres cuartos de cancha y comenzó a eludir rivales hasta quedar sólo frente a Villar, pero picó la pelota y ésta dio en el palo izquierdo.En los minutos siguientes nuevamente dispuso de algunas situaciones que él mismo se fabricó, pero la defensa paraguaya logró resolver a metros del área.El director técnico de los paraguayos, el uruguayo Gerardo Pelusso, intentó darle más poderío al ataque y puso en cancha a Nelson Haedo Valdez y Oscar Cardozo, pero éstos, al igual que Fabbro y Santa Cruz, no pudieron inquietar a la defensa albiceleste.A los 18 finalmente el arco se abrió para el crack argentino, que se hizo cargo de un tiro libre a 30 metros del arco y con un remate preciso, por encima de la barrera, ubicó la pelota junto al palo izquierdo de Villar.Luego del 3-1 ya no hubo partido. Argentina tocó la pelota a su antojo y a Paraguay, agobiado por el desequilibrio de los atacantes argentinos, sólo le quedó refugiarse en su campo y aceptar otra derrota.
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