POSADAS. La agrupación La Cámpora ya tomó el control total de la Anses en Misiones, luego de la designación del martillero público Alberto Arrúa en la Udai de Oberá, ocurrida el miércoles de la semana pasada, en reemplazo de Bety Sapper, una dirigente vinculada al peronismo vianista.Con esta designación, las tres delegaciones de la Administración Nacional de Seguridad Social en Misiones quedan en manos de camporistas. Ariel Morales en Posadas (secretario general de La Cámpora Misiones); Alberto Arrúa en Oberá (segundo a nivel provincial en la agrupación) y la abogada María Brítez en Eldorado (secretaria general en Eldorado).Morales fue designado hace poco más de un año; en tanto que Brítez y Arrúa en los últimos treinta días. Las movidas confirman lo que ya se anticipó desde este diario: el avance de la organización en todos los organismos que dependen administrativamente del Gobierno nacional.La Cámpora es la agrupación conducida por Máximo Kirchner -hijo de Néstor y Cristina-, aunque no figura orgánicamente y delega el protagonismo en otros dirigentes. Desde hace un par de años y por orden de la presidenta, sus integrantes están siendo designados en los cargos más importantes de la administración pública nacional en las provincias, a pesar de las quejas y oposiciones de los gobiernos provinciales.El caso de Misiones no es una excepción, ya que el gobernador Closs disputó durante mucho tiempo la posibilidad de designar en esos cargos a dirigentes del Frente Renovador. Closs perdió estas tres pulseadas y todo indica que tendrá más derrotas. Según averiguó este diario, desde la Nación han solicitado los currículos de los camporistas misioneros mejor preparados; para hacer una clasificación y nombrarlos en otros puestos claves de jurisdicción nacional. Están en la mira la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Dirección de Migraciones – Aduana; y la administración de Aeropuertos; entre otros organismos.Además, es casi un hecho que en las listas legislativas de 2013, tanto a nivel provincial como nacional, deberán incluirse en los primeros puestos algunos nombres de jóvenes camporistas. Esta será una orden que bajará desde los despachos de la Casa Rosada y como todas las órdenes que se originan allí, su cumplimiento es irrestricto e incondicional.El crecimiento de la agrupación, promovido desde la misma presidencia, les implica ganarse cada vez más enemigos. Se sabe que la relación no es buena con el Frente para la Victoria ni tampoco con el Frente Renovador, sobre todo por los espacios de poder que se disputan con otros dirigentes ultra K, como Julia Perié, Juan Manuel Irrazábal y el ministro Ricardo Escobar.





Discussion about this post