SAN VICENTE. Una madre, si es que el término puede utilizarse para calificar a la mujer en cuestión, fue detenida por efectivos de la Policía provincial después de que un vecino la denunciara por obligar a su propio hijo de cinco años a practicarle sexo oral.El aberrante episodio sucedió en las últimas horas del domingo pasado y fue descubierto por un hombre que, de casualidad, pasaba por el lugar. Al notar lo que sucedía, se dirigió hasta la comisaría más cercana y radicó una denuncia.Efectivos de la fuerza misionera detuvieron a la sospechosa, a quien ahora se le inició una causa bajo la carátula “corrupción de menores” por parte de la Justicia misionera, que también la investiga por los abusos.Una escena inesperadaFuentes cercanas a la investigación del caso informaron que todo comenzó a salir a la luz cerca de las 18 del último domingo, cuando un vecino del barrio Sol de América de San Vicente regresaba a casa.El hombre caminaba por un pasillo del complejo habitacional cuando pasó frente a la habitación que alquilaba la ahora detenida. La ventana estaba abierta y, si bien había una cortina semitransparente, el denunciante vio tras luz una imagen que no olvidará fácilmente: la mujer estaba desnuda sobre su cama y sostenía a su hijo entre sus piernas, obligándolo a satisfacer sus retorcidas pasiones.Sin poder creer lo que había visto, el individuo se dirigió rápidamente hacia la comisaría y le relató lo que había visto a la guardia. En la dependencia nadie podía creer lo que estaban escuchando.Como lo indica el procedimiento, los uniformados informaron rápidamente del episodio al magistrado Demetrio Cuenca, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de la Segunda Circunscripción Judicial, con asiento en San Vicente.Sin dudarlo, el juez ordenó la rápida detención de la mujer. Enseguida, una comisión policial arribó a la vivienda donde todo sucedió y procedió a la detención de la mujer.El menor de cinco años, en tanto, fue examinado por los médicos policiales y posteriormente fue trasladado a una localidad cercana donde quedó bajo guarda y cuidado de sus hermanos mayores.Las fuentes informaron que desde el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente se le inició una causa a la mujer por “corrupción de menores”, un delito tipificado en el artículo 125 del Código Penal Argentino que establece penas de tres a diez años de prisión para quien “promoviere o facilitare la corrupción de menores de 18 años” y de seis a quince años si la víctima es menor de trece años, como en este caso.Claro está, será ahora el turno del trabajo de la Justicia, que deberá cotejar los testimonios y pruebas que comienzan a sustanciar la causa para establecer de manera fehaciente la responsabilidad de la detenida en el hecho.





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