WASHINGTON, Estados Unidos (Diarios Digitales). El discurso de Mitt Romney en la convención republicana ha tenido una de las peores acogidas de la historia electoral estadounidense. La carrera a la Casa Blanca está empatada después de que el candidato sólo lograra un pequeño empujón en la mayoría de los sondeos y sus palabras gustaran poco a los votantes.La valoración de la convención en general es parecida a la de años anteriores, pero el discurso de Romney, en particular, gustó poco. Tiene la nota más baja de todos los examinados por Gallup, que hace esta pregunta desde 1996. Sólo un 38% considera que el discurso fue “bueno” o “excelente”. La mayoría de los encuestados responde que “no estuvo mal” y el 16% lo describe como “pobre” o “terrible”. Un cuarto no lo vio o no tiene opinión.El segundo peor resultado en este sondeo fue para Bob Dole en el 96, aunque incluso entonces el 52% de los entrevistados decía que el discurso había sido “bueno” o “excelente”. La intervención mejor valorada en la historia reciente de las convenciones fue la de Barack Obama en 2008.Otra encuesta sólo en Florida indica, en cambio, que gustaron mucho los discursos de Condoleezza Rice (al 66%, el número más significativo y bipartidista), Marco Rubio y Ann Romney, las estrellas de la convención. La mayoría de los votantes de Florida critican el show de Clint Eastwood y su silla vacía.En empateEl impacto para Romney en la intención de voto parece limitado. Casi tantos estadounidenses se declaran más dispuestos a votar al candidato después de su convención que lo contrario. La diferencia a favor del republicano es, según Gallup, sólo del 2%, también una de las más bajas de la historia electoral. Con ello, la carrera se ha estrechado un poco más. La media de las encuestas, que hace la web Real Clear Politics, indica que Romney ha alcanzado a Obama, que ya sólo está una décima por delante del republicano (antes de la convención la ventaja del demócrata en este índice era de un punto y medio).En cualquier caso, esto no quiere decir que el efecto vaya a ser duradero ni para bien ni para mal. En 2004, esta encuesta sobre la convención le dio a John Kerry un empujón de 14 puntos y a George W. Bush uno de tres, y el republicano ganó con holgura en noviembre. El impacto más significativo y que sí se reflejó después en las urnas fue para Bill Clinton tras la convención demócrata de 1992.Además, este año el número de indecisos es especialmente bajo. Ronda el 5% y el resultado estará determinado, sobre todo, por la participación. De hecho, la elección de las sedes de las convenciones refleja el deseo de animar a los fieles a hacer más campaña en su casa.El turno de los demócratasIgual que los republicanos optaron por Florida, ahora los demócratas se congregan desde hoy en Charlotte, en Carolina del Norte. Obama ganó aquí en 2008 sólo por tres décimas, pero fue el primer demócrata en conseguir la victoria desde Jimmy Carter.“Es una oportunidad de movilizar a la gente del sur… No creo que vaya a ser un estado fácil de ganar, pero es un estado que el presidente puede ganar. Romney ha gastado millones de dólares aquí y no parece conseguir una clara ventaja”, explica Anthony Foxx, el alcalde de Charlotte.Para involucrar a los votantes, quienes trabajan como voluntarios estos días en la convención lo hacen gratis a cambio de una invitación: un asiento en el estadio donde Obama dará su discurso este jueves. Sin mencionar a la economíaEl presidente Barack Obama debe conmover esta semana a la base del Partido Demócrata, como paladín de las minorías, de los derechos civiles y sociales en Estados Unidos, cuando según la oposición no merece la reelección, acusado de fracasar en la reactivación de la economía.El Partido Demócrata empieza hoy en Charlotte, Carolina del Norte (sureste), su convención nacional para investir el jueves a Obama como candidato.La cumbre demócrata tiene lugar una semana después de que los republicanos realizaran la suya en Tampa (Florida, sureste), donde el jueves eligieron como presidenciable al multimillonario ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney.Pero “en contraste con los republicanos, el presidente también hablará sobre otros temas, como la inmigración y el aborto”, dijo a la AFP Larry Sabato, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Virginia, advirtiendo que si se centra sólo en economía, perderá.El lunes, Obama comparó a su adversario republicano con un director técnico cuya estrategia conduce a su equipo directamente al fracaso.Romney “dijo que sería el entrenador que llevaría a Estados Unidos al triunfo. El problema es que todo el mundo conoce (la) estrategia”, acusó Obama. “Durante el primer período, aumenta los impuestos para las familias con hijos, para poder ofrecer regalos fiscales a los multimillonarios”. Luego “en el período final, la apoteosis con la que sueña: el fin de Medicare”.





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