POSADAS. Ubicada en la chacra 245 de la capital provincial, la ex cantera San Jorge encierra los peores temores que los vecinos ni quieren imaginar. Después de ser escenario de innumerables suicidios y también de accidentes fatales, recién en mayo de 2010 el lugar fue cercado debido a la construcción de viviendas del Iprodha, ya que constituía un peligro para los pobladores. No obstante, el vallado es insuficiente, según los pobladores del barrio, ya que posee una altura que difícilmente supera el metro de altura y que hasta un pequeño de cuatro o cinco años lo puede traspasar. Además, un sinsentido: al lado de la inmensa laguna artificial -que se formó por el afloramiento de la napa freática y los aportes de la lluvia- se construyó un parque infantil con hamacas. Nadie del barrio lo usa. Está abandonado porque las mamás tienen miedo de llevar sus chicos al lugar (ver recuadro).Los días de verano al lado de la ex cantera suelen ser los peores, los niños de los barrios carenciados que proliferan en los alrededores usan la laguna como “pileta” para refrescarse del calor, quizá sin dimensionar que pueden quedar atrapados en algunos de los pozos. María Victoria Lafitte, una vecina del lugar, contó su calvario a PRIMERA EDICIÓN: “Hace un año me mude aquí, el mayor temor que nos genera la cantera está dado por la poca seguridad que brinda el vallado, porque no es una medida de seguridad real. Más allá de eso, la percepción que tenemos es que está super contaminado, porque los días de calor el olor que desprende es horrible”, comentó.Para la presidente de la comisión barrial, Natalia Bazán, “había un proyecto de cerrarlo, “pero ni el puente que atraviesa el arroyo terminan de elevar (hace meses que está proyectada la obra), los empleados trabajan un par de días y después abandonan, la historia nunca acaba”, se escandalizó la mujer. Una plaza de juegos al ladoEsta cantera, como otras, es de hace rato. Eran de propiedad municipal, y como son de vieja data, se han constituido en pasivos ambientales o, como les dicen ahora, áreas mineras pretéritas degradadas. “En ellas, seguramente se extraía tosca (saprolito) y/o basalto. Por lo tanto, no le alcanzan las previsiones de la Ley Ambiental Minera, la 24.585, que se promulgó en 1996”, explicó el director de Mina y Geología de la provincia, Rogelio Schaller, quien consultado por la cantera afirmó que “vamos a tratar de intervenir y gestionar la remediación o mitigación del daño inferido”. El problema es que el parque de juegos al lado más bien parece una trampa, que los papás urgen sellar para que no haya nada que lamentar.





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