BUENOS AIRES. Aproximadamente el 10% de la población mundial padece de migrañas episódicas y una minoría es diagnosticada adecuadamente y de manera oportuna, por lo que es un obstáculo para las personas a la hora de trabajar.De acuerdo a las estimaciones, en Argentina, un 2% de la población padece migraña crónica, que es la forma más frecuente de cefalea crónica y se caracteriza por fuertes dolores de cabeza que experimenta el paciente por más de quince días al mes, con una duración de más de cuatro horas por día durante, por lo menos, tres meses.En el ámbito laboral, el paciente sufre innumerables complicaciones que suelen ir en detrimento de su vida profesional y personal. La neuróloga Mónica Diez, actual vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana de Cefaleas, señaló que el dolor, al no ser visible, “es muchas veces menospreciado”. “El paciente no suele contar lo que le pasa en su lugar de trabajo; ya que de antemano piensa que no le van a creer. En el ámbito laboral no hay una buena recepción de esta enfermedad porque desconocen su nivel crónico e implicancias, por lo que el paciente va recluyéndose progresivamente”, explicó la especialista.La esfera emocional es un factor de alto impacto en estos pacientes. La depresión y la ansiedad, que suelen ser resultado del intenso dolor soportado con alta frecuencia lo perpetúan en el tiempo, por lo que es recomendable un tratamiento multidisciplinario que incluya a un terapeuta.Sin marco legalActualmente, esta patología es considerada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad “altamente discapacitante”. A pesar de esto, tanto en Argentina como en el resto del mundo, aún no existe el marco legal para que quienes la padecen puedan contar con un certificado de discapacidad que los ampare y les garantice la cobertura para un tratamiento adecuado.Un dato relevante al evaluar la incidencia de la enfermedad en la vida laboral, es que suele padecerla una porción de la población altamente productiva: personas entre los veinte y cincuenta años. Diez explicó que ésta es una de las razones por las cuales “es importante encontrar un tratamiento efectivo”. “Al ser una enfermedad crónica, no podemos hablar de curación, pero vamos a apuntar a bajar la frecuencia de los ataques para que el paciente pueda desarrollar su vida con la mejor calidad posible”, manifestó. A pesar de que la causa de la migraña crónica no se conoce con exactitud, la tensión por estrés y el abuso de calmantes suelen ser factores desencadenantes bastante comunes. Se registran casos de personas que, ante las cefaleas frecuentes, abusan de algunos fármacos y analgésicos y deben desintoxicarse.





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