BUENOS AIRES (NA). El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José de Mendiguren, consideró que las restricciones que impuso el Gobierno sobre el mercado de cambios son “exageradas”, aunque confió en que comiencen a flexibilizarse tras el pago del Boden 2012.“Me parecieron exageradas las medidas para cumplir con un plan de desendeudamiento. Genera la sensación de que pasa otra cosa: la gente lo asocia a momentos en que había cuellos en la balanza comercial. Y provoca que se posterguen decisiones económicas”, evaluó el empresario.En ese sentido, De Mendiguren expresó que “existe la expectativa que se modifiquen (los controles) con el pago del Boden 2012”.Para el Gobierno, con la cancelación de los últimos 2.300 millones de dólares por este título, se cerrará el capítulo del corralito de 2001.El dirigente fabril se expresó así en declaraciones radiales, tras participar en el Coloquio de la Unión Industrial de Córdoba, desde donde reclamó “serenar la economía” y planteó la necesidad de “previsibilidad y reglas claras”.Para el empresario, “no se ve que existan problemas estructurales para que exista esta sensación de una crisis fuerte. Normalmente cuando estas cosas sucedieron en el mercado cambiario, a la Argentina se lo relacionaba con crisis, sobre todo, del sector externo”.“Pero hoy esta no es la situación, porque la Argentina está en condiciones de generar dólares, pero ha privilegiado el desendeudamiento. Es una política que tiene su parte positiva y a veces da estas sensaciones de crisis, que para mí no existe”, añadió.“Uno puede circunstancialmente tener una brecha cambiaria, pero cuando esto se mantiene en el tiempo se empiezan a pagar los costos”, enfatizó. El título público sirvió para evadir el cepo (DyN). El bono soberano Boden 2012, que nació en 2002 tras la confiscación de los depósitos en moneda extranjera a los ahorristas, se transformó desde fines de 2011 en el título preferido de los inversores que procuraron saltar el cerco cambiario del gobierno de Cristina Fernández.Las restricciones oficiales a la compra de dólares impuestas en noviembre de 2011, que luego se transformaron en la prohibición de la adquisición de divisas para el atesoramiento, dieron un condimento especial al Boden 2012, que se transformó en una vía rápida de escape a los controles.Ese título público cotizaba a 449 pesos por lámina de 100 dólares el 30 de noviembre, cuando la AFIP desplazó al Banco Central y tomó el mando del mercado de cambios y supervisó cada operación de compra de divisas.Al cierre del primer trimestre de 2012, el Boden 2012 ya había subido a 513 pesos, y luego de que el 5 de julio el Banco Central recuperó sus atribuciones y oficializó la prohibición de ahorrar en moneda extranjera, el título se disparó hasta un máximo de 690 pesos el 19 de julio.CancelaciónLa presidenta Cristina Fernández anunciará hoy el décimo y último pago del Boden 2012 con reservas internacionales del Banco Central.El Boden 2012 corresponde a los depósitos atrapados en el llamado “corralón” y se emitieron en 2002 durante la presidencia de Eduardo Duhalde, tras la confiscación de los depósitos en dólares de los ahorristas, por lo que el Gobierno dará una atención especial al pago de la última cuota, el viernes 3.La emisión de este título público fue ampliada numerosas veces entre 2005 y 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, por unos 5.400 millones de dólares, la mayoría suscripta en forma directa por el gobierno de Hugo Chávez.La cancelación del título público será presentada como ejemplo de la política de desendeudamiento externo del país. “Sin deuda, somos más libres”, reza la página de la cartera de Economía.




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