CANDELARIA. El incendio arrasó con las precarias instalaciones de la casa en cinco minutos, lapso suficiente para desatar una tragedia que, lamentablemente, trascendió el límite de las pérdidas materiales. Se cobró la vida de dos hermanos, de cuatro y quince años, quienes quedaron atrapados en medio del siniestro que se desató el martes, a las 23.40, en Candelaria.Cuando los socorristas arribaron al lugar, no había nada por hacer. Sólo quedaban cenizas y brasas y un fuerte olor a quemado.Allí encontraron los cuerpos calcinados de los hermanos. Por la posición de los mismos, el adolescente de quince, que padecía algún tipo de discapacidad, no tuvo ninguna chance de sobrevivir. Sus restos fueron hallados en la misma posición en que se había acostado para dormir.Según las primeras pericias, el menor habría intentado escapar. De hecho, fue encontrado al lado de la puerta.Pero el destino, como una acción macabra, quiso una concatenación de episodios aislados, desafortunados, para concluir en una obra maldita, desgraciada y trágica.El padre de los niños, antes de salir, cerró la puerta con alambres y apoyó una bolsa de arpillera con abono del lado exterior, circunstancia que imposibilitó que el nene pudiera escapar del furor de las llamas.Todo comenzó el martes, a las 23.40, en una precaria vivienda del barrio 20 de Junio, en la localidad de Candelaria.Las pericias preliminares establecieron que el fuego se habría iniciado desde el interior de la construcción.El padre de las víctimas no pudo recordar si había apagado la vela que iluminaba la vivienda antes de salir en busca de su esposa y sus otros hijos.El primero en auxiliar a las víctimas fue un vecino. Cuando abrió la puerta, por la entrada de oxígeno, el incendio recrudeció mil veces.Las víctimas fatales fueron identificadas como Marcelo (4) y Juan (15). Sus cuerpos fueron trasladados a la morgue judicial para la realización de la autopsia. La causa es investigada como “incendio accidental”. El escenarioEl incendio que se cobró la vida de dos niños en el barrio 20 de Junio se produjo el martes, a las 23.40 aproximadamente, en una precaria vivienda ubicada en inmediaciones de la calle Maipú y avenida Ruiz de Montoya.Se trata de una zona de olerías ubicada a pocos metros de la ruta nacional 12 y a unos dos kilómetros del centro de Candelaria.La causa está abierta y por el momento es investigada como “incendio accidental”, con intervención del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón, concluyó el portavoz del caso. La madre fue hospitalizada antes de la tragediaLa madre de los niños fallecidos el martes, al filo de la medianoche, no estaba en la vivienda al momento del siniestro.Fuentes de la investigación indicaron que había sido hospitalizada esa tarde, después de sufrir una descompensación en la casa de una hermana.Poco antes, la mujer habría mantenido una fuerte discusión con su concubino, razón por la que decidió salir y visitar a su hermana.En la casa de esta se desvaneció y fue llevada al centro de salud de la ex capital provincial.Allí quedó internada por precaución.Más tarde el concubino se enteró que ella estaba en esa situación. Primero cocinó para sus hijos y luego decidió salir en busca de la mujer. Dentro de la casa quedaron solamente los chicos de cuatro y quince años. No se sabe, a ciencia cierta, si el hombre llevó a los otros tres con él o si deambulaban por el barrio.Palabras más, hipótesis menos, lo cierto fue que en ese lapso se desató la tragedia que se llevó la vida de Marcelo y de Juan.El luctuoso episodio se produjo en un ambiente de suma pobreza, con carencias en las necesidades más básicas de existencia.Allí vivían el changarín de 33 años, su esposa de 41 y los cinco hermanos.Una fuente judicial indicó ayer a este diario que, “por el momento, no hay elementos para decir que se trató de un hecho intencional”.




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