POSADAS. Ayer fue un domingo tan especial que el clima que se vivió en esta ciudad estuvo cargado de emociones. El encuentro familiar en torno a una mesa fue el preferido de la gran mayoría, aunque otros eligieron almorzar con mamá en los distintos restaurantes de Posadas, con reserva previa. Hubo intercambio de regalos y de obsequios cariñosos por parte de los más pequeños, que prepararon en sus jardines con la ayuda de las “maes”. También cumplieron con el tradicional agasajo en los distintos barrios de Posadas, como en la chacra 237. Allí, en el predio techado, hubo un acto en el que se entregaron diplomas de reconocimiento, compartieron una comida comunitaria y disfrutaron de la buena música junto a las mamás del barrio, que siempre colaboran en las distintas actividades que se llevan a cabo durante el año.Y por supuesto, aquellas mamás que ya no están recibieron la visita de sus hijos, quienes asistieron al cementerio La Piedad acompañados de otros familiares.
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