<p>POSADAS. A casi una semana del temporal, todavía hay familias que no recibieron ayuda del Gobierno, incluso tienen sobre sus techos improvisadas carpas de camiones para cubrirse de los chaparrones que continuaron. Ahora el miedo se acrecienta entre los vecinos de la chacra 26, donde más de 30 familias todavía esperan la ayuda que les prometieron. Son pobladores muy humildes que tienen casas precarias ubicadas a la vera de las vías del tren, al final de la avenida Tierra del Fuego en su intersección con la calle Misiones. Al precario asentamiento llegó un camión, pero depositó colchones y chapas de cartón en un polideportivo y los verdaderos afectados no recibieron nada. “Se pusieron allá y nosotros cuidamos nuestra casa. Cuando nos dimos cuenta, se habían llevado todo y no nos dieron nada”, se lamentó María Rosa Aquino, mamá de cinco nenas. “Mi pieza se mojó y ahí cayeron las piedras”, contó una de ellas con la inocencia natural de los más chicos. Mientras sus padres permanecían parados frente a la casa que ahora amenaza con caerse. También se las vio “negras” Mónica Rodríguez, cuyo grupo familiar está conformado por nueve personas. “Yo fui personalmente a anotarme en el Centro Cívico y en el Ministerio de Bienestar Social y me dijeron que vendrían, pero no aparecieron. Mi casa sigue goteando y no sabemos quién nos va a solucionar el problema”, se quejó la mujer. </p><p>La “corrección” en las casasEn el mismo barrio, siguiendo un sendero de barro y desperdicios, otras familias vivieron momentos de terror con características insólitas. Es que les llegó la corrección en medio de la tormenta de viento, granizo y lluvia. A oscuras, sintieron que “la corrección se venía a nuestras casas. Se ve que el agua inundó sus cuevas y las hormigas gigantes negras se metían en nuestra cama y entre la ropa. Fue terrible”, confesaron los vecinos de la chacra 26, entre ellos Liliana Manske, quien tuvo que cobijarse bajo el techo de su dormitorio, “el único que se salvó de las piedras”, junto a sus siete niños. Si de ayuda se habla, nada más basta con descender del auto y caminar por los senderos, recorrer casa por casa y detectar cuáles son las necesidades de emergencia, ya que esas familias están viviendo en un total abandono. Angélica, una docente de la zona, visitó las casas de algunos alumnos, un día después de la tormenta, y aseguró que cuando solicitó ayuda a Emergencia Civil “me dijeron que vaya a pedir a la Cruz Roja. Yo soy docente y sé que la provincia es responsable, tendría que estar recorriendo los hogares para asistir a las víctimas de una catástrofe climática”. </p><p>¿Quién es responsable?También en la chacra 41 persiste el terror a causa de la tormenta. Allí, en el corazón del barrio, un poste de luz continúa inclinado, “tira de los cables y puede provocar un desastre”, pero los vecinos aseguran que desde EMSA “nos dijeron que no pueden hacer nada”. Mónica RodríguezDesocupada“En mi casa la tormenta hizo un desastre. El granizo rompió las chapas. Me fui a inscribirme personalmente a Bienestrar Social, donde me tomaron los datos y me prometieron venir con ayuda, pero nunca llegaron. Ahora no sé qué vamos a hacer si viene otra lluvia, porque sigue todo mojando”. </p><p>María Rosa AquinoAma de casa“Tengo cinco nenas y el techo de la pieza de ellas está todo roto. La tormenta casi tumba mi casa, estamos sobre piso de tierra y es todo agua. Nuestras hijas se van a enfermar y cuando dejaron chapas no llegaron hasta acá. Acá nadie viene, nadie quiere bajar y se lleva las cosas la gente que no necesita. Yo llegué tarde, me anotaron y nunca vinieron”. </p><p>Liliana ManskeAma de casa“Tengo siete chicos. Cuando vino la granizada se cortó la luz, rompió los techos y nos metimos todos en mi pieza, que estaba mejor. Vino la corrección, las hormigas nos subían a la cabeza y yo las quemaba con la vela. Fue espantoso. Ahora estamos con lonas en los techos. Nos prometieron el plan techo y nunca vinieron a hacer nada”. </p>
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