POSADAS. Un motociclista permanecía internado con riesgo de vida luego de que su motocicleta fuera atropellada por un vehículo, explotara y se incendiara como consecuencia del impacto. Se trata de Hilario Sotelo, quien resultó víctima del accidente que ayer por la mañana se registró en la intersección de la ruta 213 y avenida Quaranta, por causas que aún se tratan de establecer. El hombre viajaba en una Gilera Futura de color rojo dominio 677-TJW y fue atropellado por un Daewo Lanos patente paraguaya que transitaba por Quaranta en sentido Oeste-Este al mando de Miguel Angel Plaza Cruz (23), de nacionalidad colombiana, quien llevaba como acompañante a Adrián Rojas (19). El golpe fue tan fuerte que el tanque de combustible explotó y el rodado estalló en llamas al mismo tiempo que su ocupante fue despedido a unos quince metros, voló por los aires y cayó al suelo dando vueltas, derrapando sobre la banquina, según relataron testigos que esperaban la habilitación del semáforo.Inconciente, Sotelo fue trasladado al hospital en estado gravísimo. El médico que lo examinó diagnosticó traumatismo craneoencefálico grave con cortes profundos en el cuero cabelludo, excoriaciones en brazos y abdomen y fractura de tibia y peroné en pierna derecha. Al cierre de esta edición permanecía internado con riesgo de vida en una sala de terapia intensiva del hospital Madariaga donde había sido intervenido quirúrgicamente. Uno de los testigos relató que el hecho sucedió a unos dos metros de distancia y que el vehículo “habría cruzado el semáforo en rojo a una velocidad muy alta. No pude comer ni dormir después que vi la manera en que quedó el motociclista que había salido de la estación de servicio”. Según trascendió, el chofer del auto trabaja para una congregación religiosa y cruzaba el puente internacional con frecuencia.
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