<p align="justify">POSADAS. Como era de prever, pese a la restricción impuesta desde el lunes (y hasta el 30 de noviembre) por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para la cosecha y secanza de hoja verde, la actividad en varios puntos de la provincia continuó y ya derivó en la clausura de siete establecimientos, lo que como contrapartida generará una catarata de nuevos recursos de amparo contra la medida del organismo regulador. </p><p align="justify">El INYM informó ayer que en el marco de las tareas de control vinculadas al cumplimiento de la Resolución 37 (de julio de 2007) efectuó en la semana la clausura preventiva de siete secaderos de yerba mate y procedió a la inutilización en ruta de 7.500 kilos de hoja verde.</p><p align="justify">“Las actuaciones realizadas por los inspectores del organismo están amparadas en la mencionada Resolución, la que establece que en los meses de octubre y noviembre están suspendidas las actividades de cosecha y secanza de yerba mate”, precisó el organismo.</p><p align="justify">En este caso cuatro de los secaderos clausurados preventivamente por infringir la prohibición están ubicados en la Zona Sur, dos en el departamento San Ignacio y uno en la Zona Centro.</p><p align="justify">El INYM ratificó la plena vigencia de la Resolución y comunicó que continúa con las tareas de control en toda la zona productora. </p><p align="justify">Durante toda la jornada de ayer la Asociación de Secaderos de Yerba Mate (ASYM) preparaba nuevos recursos de amparo para elevar a la Justicia hoy solicitando una medida de no innovar, reclamo que se sumaría a los presentados la semana pasada. </p><p align="justify">La entidad daría a conocer su postura oficial en las próximas horas especificando los recursos de amparo presentados, los secaderos clausurados y las multas impuestas, aunque ya es público el profundo malestar del sector. Desde la ASYM se recordó que antes de la aprobación de la polémica Resolución se solicitó al INYM una prórroga de un mes a la medida (basándose sobre todo en los compromisos comerciales previos), pedido que fue descartado por el organismo. </p><p align="justify">Por su lado, los tareferos continuaban ayer apostados en las dos rotondas de acceso a Oberá reclamando un subsidio de 300 pesos durante octubre y noviembre, y evaluaban incluso la posibilidad de trasladar la protesta a la sede del INYM en Posadas. </p><p align="justify">César Jakinczuk, propietario de unos de los secaderos afectados por la clausura, aseguró que los efectos nocivos de la medida se multiplican no sólo en su caso, sino también en el de los empleados del establecimiento, el centenar de productores que lo abastecen y los tareferos que cosechan la yerba, quienes en todos los casos verán paralizada por completo la actividad, al menos durante dos meses. “Con esto el INYM le clausura la olla a los más necesitados”, graficó. </p><p align="justify">Y explicó que “el INYM recomendaba a los productores a que no cosechen hasta que el precio de la yerba suba y quienes hicieron caso a esa sugerencia hoy se quedaron con las hojas en planta”. </p><p align="justify">“Una situación desesperante”Jakinczuk estimó que los más afectados fueron los pequeños productores “que comercializan la yerba para comprarse una bolsa de harina y que hoy se quedaron con la hoja en planta”. En ese sentido comentó que la situación “desesperante” se repite en el caso de su secadero en productores de San Vicente, San Pedro y El Soberbio. </p><p align="justify">El empresario agregó que “hay una gran desesperación en la parte obrera y los colonos, pese a que aún no suspendió gente la semana que viene lo vamos a tener que hacer, afectando a 50 personas en mi caso. En términos comerciales la medida también tiene un fuerte impacto. Jakinczuk reveló que no se podrá cumplir con un contrato firmado a principios de año con una empresa de Santa Ana. </p><p align="justify">“No podremos proveerles los kilos acordados y de ese modo podemos perder un cliente”, añadió, tras lo que adelantó que “mañana estoy presentando un recurso de amparo, ya que hablamos de una empresa que necesita trabajar para mantenerse”. Por último, el propietario del secadero opinó que “creo que esta gente del INYM no tiene idea de lo que está haciendo”.</p>
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