<p align="justify">POSADAS. “No hay datos estadísticos precisos sobre los hablantes del guaraní en nuestro país, algunos autores hablan del 50% de la población rural de las provincias, y otros llegan a decir que hay un millón de hablantes distribuidos en todo el país. Desde mi posición puedo decir que hay más de lo que imaginamos”. </p><p align="justify">La estimación, pertenece a Carolina Gandolfo, autora de Entiendo pero no hablo, un libro que analiza los usos del guaraní y el castellano, a partir de una investigación que tuvo como punto de partida una escuela rural del paraje Lomas de González, en San Luis del Palmar (Corrientes). Este trabajo, será presentado el 18 de octubre en Capital Federal. </p><p align="justify">“Se invisibiliza a los hablantes del idioma guaraní”De origen bonaerense, Carolina Gandolfo obtuvo en 2006 el título de Magíster en Antropología Social del Programa de Postgrado en Antropología Social de la Universidad Nacional de Misiones. Contactada por PRIMERA EDICION, lo primero que la antropóloga explica es que “Entiendo pero no hablo” nació “en el marco de un trabajo de investigación más amplio. Yo coordinaba un proyecto de alfabetización inicial, hoy digo, en castellano. Cuando llegamos a la escuela rural no estábamos advertidos que gran parte de los niños hablaban guaraní. Esto mismo, que suena raro, nos está mostrando parte de la situación sociolingüística, ya que en realidad ni los maestros, ni las autoridades, ni los mismos niños nos decían que eran hablantes del guaraní. Y aquí apareció una de las cuestiones principales de la investigación que es la producción de invisibilidad que socialmente se hace sobre estas poblaciones hablantes de guaraní” evocó Gandolfo. </p><p align="justify">“Entiendo pero no hablo”, tuvo en total, un proceso de gestación de casi cinco años, y para su autora se trata de “un estudio en profundidad que puede revelar cuestiones sociales muy arraigadas en una población, en principio voy a decir de la población rural correntina, pero se sabe que en el país hay muchos hablantes de guaraní distribuidos en las provincias del NEA y en los centros urbanos que recibieron migración tanto del interior de nuestro país como del Paraguay”.</p><p align="justify">En cuanto a de qué manera la coyuntura idiomática que describe su libro actúa sobre los distintos procesos de desarrollo de los chicos que protagonizan esta situación, Gandolfo sostuvo que “si no podés comprenderte con el otro, no podés darte a conocer, no podés intercambiar, etc. Y esto sería lo mínimo. Cuando esa imposibilidad se corresponde con cierta exclusión social porque el hablar una determinada lengua conlleva un estigma, la cosa es aún más compleja. </p><p align="justify">Pero también básicamente para aprender, para pensar es necesaria la intercomunicación, el diálogo, el desarrollo del pensamiento está muy ligado al desarrollo lingüístico. Aquí lo complejo, es que ni siquiera se tiene en cuenta, que muchos niños correntinos son hablantes de guaraní, como dije antes, se produjo una invisibilización sobre ellos o de ellos”. </p><p align="justify">“Una lengua se define por quienes son sus hablantes”La antropóloga también reflexionó acerca de la relación entre la lengua o el idioma en sí, y quienes lo cultivan desde la cotidianeidad. </p><p align="justify">“Sin duda el guaraní es una lengua de origen indígena, pero considero que una lengua se define por quienes son sus hablantes, es decir, según la identificación que los hablantes hacen de sí mismos, el guaraní sería una lengua correntina. Defino al guaraní como “acorrentinado” en mi libro, es decir, un guaraní que se hizo correntino, dejando la idea subyacente de un hablante indígena que en un proceso social de mestizaje se hizo correntino se “acorrentinó”. </p><p align="justify">Lamentablemente hay muy poca investigación sobre este proceso, y ahí se centrarían mis próximas inquietudes de investigación” especificó la autora de Entiendo pero no hablo.</p><p align="justify">La autora</p><p align="justify">Carolina Gandulfo nació en San Fernando (Buenos Aires) en 1969, y desde 1996, vive en la ciudad de Corrientes. Se graduó como Profesora de Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en 1993. Realizó actividades de investigación en la CEPAL. En el año 2003 concluyó estudios de psicología social en el Instituto Superior San José de Corrientes; y en el año 2006 obtuvo el título de Magíster en Antropología Social del Programa de Postgrado en Antropología Social de la Universidad Nacional de Misiones.</p><p align="justify">Desde el año 2001 coordina el Departamento de Investigación del Instituto Superior San José y actualmente está finalizando una Especialización en Análisis e Intervención Institucional en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste. </p><p align="justify">Su libro “Entiendo pero no hablo”, es editado por la Editorial Antropofagia.</p>
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