OBERA. Cuando camina todavía se nota cierta dificultad al apoyar el pie derecho, que le provoca un leve rengueo. Sin embargo, cuando acelera eso desaparece. Carlitos Okulovich empezó la última etapa de su recuperación para volver a la pista y se mostró contento porque se sintió muy bien manejando otra vez y los resultados fueron buenos.El miércoles el obereño giró en Córdoba con dos autos del equipo Honda de TC2000. No fueron muchas vueltas, apenas doce, pero le sirvieron para sacar las primeras conclusiones y al equipo para chequear los autos antes de viajar a Viedma, donde están corriendo este fin de semana.El Honda del “Pato” Silva y el del brasileño Caca Bueno fueron los elegidos, porque además ambos pilotos no pudieron llegar hasta el autódromo Cabalén.“Empezamos de a poco. Primero una vuelta y entré a boxes, después dos y otra vez adentro y así gradualmente. De todas formas no fueron muchas porque era para chequear los autos antes que el equipo viaje a Viedma”, le contó Carlitos a PRIMERA EDICION.El auto que Carlitos manejaba el día del golpe en San Juan ahora lo guía Henry Martín, mientras que en la sede del equipo en Carlos Paz el nuevo Honda para Okulovich está casi terminado para el retorno en los 200 Km de Buenos Aires.“Se me acalambró el gemelo de la pierna izquierda porque el pedal del freno estaba muy lejos en el auto de Caca (Bueno), porque él es más alto que yo y no se modificó la ubicación de la butaca para la prueba, entonces frenaba con la punta del pie. Y además tuve algunas contracturas en la espalda”, admitió Okulovich.Y agregó que “fueron dolores lógicos que sabía que iba a tener. Pero esas pruebas me dejaron contento porque enseguida pude marcar los tiempos ideales, algo que me generaba ciertas dudas”.El viernes, en tanto, Carlitos fue al autódromo de Oberá a probar el Gol de la Clase 2 del Misionero de Pista, con doble objetivo: seguir sumando vueltas a la recuperación y con vistas al regreso el 29 y 30 de este mes en la octava fecha.“Si bien no es la misma cosa manejar un TC2000 que un Gol de la Clase 2, ya me sentí mejor. Dolor en la columna no siento, tampoco en el pie derecho cuando acelero. Lo único que noto es un poco menos de sensibilidad en ese pie, pero no es un problema”, reconoció.En la última fase de la recuperación el obereño sigue con esa motivación que tenía previo al accidente y que la mantuvo después, trasformándose en la clave de la rápida evolución. “Estoy muy contento, motivado, porque los resultados son buenos. Me subí al auto y prácticamente no cambió nada”, expresó.El primer regreso oficial a la pista será en Oberá, en la fecha del Misionero. Y luego llegará el más importante y emotivo: el TC2000.“Volver a correr en Oberá va a ser muy distendido, porque no voy a tener ningún tipo de presiones. Sí voy a tener exigencias, porque habrá serie, final y seguro que va a hacer calor. Entonces lo voy a usar como parámetro para saber si tengo que trabajar en algo especial en la semana siguiente para la carrera de Buenos Aires”, explicó.Justo una semana después de Oberá llegará los 200 Km. “Va a ser distinto y el contexto será otro. Volver a subirme a un auto con el cual me accidenté seguro me va a generar sensaciones distintas, pero siento que estoy preparado”, sostuvo ansioso Carlitos.
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