POSADAS. En plena efervescencia electoral y tal como se venía previendo, el Concejo Deliberante local decidió tomarse un descanso de cuatro semanas. Usó para ello la próxima constitución del Concejo Estudiantil, cuya inscripción cerrará recién el 21 de octubre y no hoy como se había anunciado.Tal como lo anticipara ayer PRIMERA EDICION, el presidente de la corporación municipal Jorge Benigno Gómez (radical) firmó el lunes pasado el decreto 230/07 que dispone esa interrupción de las sesiones ordinarias desde hoy hasta el jueves 4 de octubre. Ese día, los concejales-alumnos realizarán su última sesión, previa al agasajo y la entrega de diplomas que ocurrirá el viernes 5 de octubre.Aunque son muy pocos quienes piensan que las sesiones ordinarias volverán a reanudarse a la semana siguiente, el jueves 11, ya que a escasos 17 días de las elecciones generales del 28 de octubre la mayoría de los ediles estará ocupado en la campaña electoral. Será así aun cuando los comicios comunales queden confirmados para el 25 de noviembre, lo que podría ampliar aún más la inactividad, hasta casi la extinción del período ordinario que concluye el 30 de noviembre; en tanto, el 10 de diciembre debe producirse el recambio de autoridades.Cabe recordar que casi la mitad de sus catorce integrantes aspira a ocupar la jefatura comunal posadeña; mientras, otros pretenden llegar a la Cámara de Diputados de la Nación o ser reelectos en sus bancas como ediles capitalinos.Año de escasa actividadDe cumplirse sólo la primera de las probabilidades, la de que el receso finalice el 4 de octubre y se reinicien las sesiones en días siguientes, de igual manera será este el año de mayor inactividad de un Concejo Deliberante que se viene caracterizando por la chatura de sus decisiones y debates, y por el desinterés hacia el tratamiento de los temas de fondo que requiere la ciudad -cualquier sospecha de cuestionamiento al intendente Jorge Brignole paraliza toda respuesta-. Ello frente a una oposición vencida, de brazos caídos, que soportó casi sin reacción las imposiciones de la holgada mayoría que permitió el acuerdo que en diciembre de 2006 originó el interbloque probrignolista y desplazó a la renovación de la conducción del cuerpo.Salvo honrosas excepciones, en los seis meses que lleva el período ordinario actual, el trabajo de las comisiones fue escaso o nulo: el proselitismo distrajo a muchos de sus miembros. Al punto tal, por ejemplo, de que fue preocupante la ausencia de los miembros de la Comisión de Salud Pública en la reunión prevista la semana pasada para abordar en conjunto con otras instituciones provinciales y nacionales, un tema tan sensible para la ciudad como un futuro rebrote de la epidemia de leishmaniasis que afecta a la población canina y provocó varios contagios humanos. Además de los representantes del Departamento Ejecutivo Municipal, el Ministerio de Salud Pública provincial, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el Colegio de Veterinarios y la Defensoría del Pueblo, al encuentro asistieron sólo dos ediles: el presidente del grupo de trabajo, el radical Osvaldo Navarro y la justicialista Ana María Irrazábal (esta última ajena a esa comisión). Ello, pese a que tres de los seis ediles ausentes son candidatos a intendente, mostrando el desinterés de éstos en la actividad de una corporación que en los últimos tiempos fue perdiendo prestigio al diluir su función como uno de los dos poderes del gobierno municipal.
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