El artículo que deseo plantear el día de hoy se relaciona con un tema de interés general, complementando aquellos donde hablábamos sobre Dislexia.El tema es la Disgrafía, una discapacidad del aprendizaje que afecta principalmente a la escritura a mano. A menudo se descubre durante la primera infancia durante las primeras lecciones sobre la lectura y la escritura. Las personas con disgrafía a menudo sufren de la falta de habilidades motoras y en algunos casos de adultos, la condición es el resultado de lesiones traumáticas en la cabeza.Para escribir correctamente es necesaria una serie de destrezas o requisitos básicos como: -Capacidades psicomotoras generales, como la inhibición y control neuromuscular, coordinación óculo manual y organización espacio temporal.-Coordinación funcional de la mano, que es la independencia de mano-brazo, de los dedos y la coordinación de la prensión y la presión.-Hábitos neuromotrices correctos y bien establecidos, los más importantes son la visión y transcripción de izquierda a derecha, y el mantenimiento correcto del lápiz. Los requisitos psicomotores implicados en la escritura, según Defontaine (1979) son:-Integridad de los receptores sensoriales, especialmente vista y oído.-Buena motricidad, pues si no hay un buen nivel motriz, y no domina los movimientos finos de dedos, no aprenderá los signos escritores, ni podrá ordenar las letras en un espacio determinado.-Buen esquema corporal y lateralidad, ya que es necesario que el niño estructure y organice lo que ve, oye y siente.-Buen esquema espacial, gracias a éste el niño aprende a reconocer el espacio, a orientarse, a evaluar las distancias, las formas y a prever los movimientos que tiene que realizar. Para realizar una ejecución caligráfica correcta, al empezar a escribir el niño debe ser capaz de:-Encontrar su propio equilibrio postural, y la manera menos tensa y fatigada de sostener el lápiz.-Orientar el espacio sobre el que ha de escribir y la línea sobre la que van a estar puestas las letras – de izquierda a derecha.-Asociar la imagen de la letra al sonido y a los gestos rítmicos que le corresponden.Existen dos tipos de disgrafía, las adquiridas, aquellas que son consecuencia de una lesión cerebral. Antes de dicha lesión la persona podía escribir correctamente. Además, no todos los aspectos de la escritura tienen que estar dañados por lo que se pueden aprovechar los que estén intactos para el tratamiento.Y las disgrafías evolutivas, que son aquellas en las que los sujetos tienen dificultades para aprender a escribir, motivo por el cual se la suele confundir con los retrasos. Signos y síntomasAlgunos de los principales signos de la disgrafía incluyen confusión entre letras mayúsculas y minúsculas, espacios demasiado grandes o demasiado estrechos entre las letras y las palabras, y escribir cartas atrasadas o letras que parecen similares y se tornan confusas para el niño tales como “b” y “d”.Las personas afectadas por esta condición pueden tener excelentes habilidades de habla y lectura, pero no logran poner las palabras sobre el papel sin una concentración extrema. Generalmente exhiben muy mala ortografía y a veces no tienen comprensión de la puntuación. Su escritura a mano es generalmente entre pobre e ilegible, y a menudo empeora si tienen prisa o no se concentran adecuadamente en la escritura. La disgrafía puede ser extremadamente frustrante dado que los problemas motores rara vez tienen relación con la inteligencia o comprensión entonces quienes la padecen se angustian ante lo complejo de su problema.El factor edad también es importante. Algunos autores como Auzías (1981) tienen la idea de que la alteración de la escritura no comienza a tener cuerpo hasta después del período de aprendizaje, que sería más allá de los siete años. Por eso no se podría efectuar un diagnóstico hasta esa edad. En la evolución del grafismo, se observa un lento dominio de la coordinación viso-motora, proporcionándole esto el paso de un etapa lúdica u otra de intencionalidad controlada, porque, como hemos visto, desde muy corta edad el niño es capaz de copiar algunos grafemas, pero está aún muy lejos de conseguir, antes de los cuatro años, una buena organización de su motricidad y esto se debe, según Liliana Lurcat, a que hasta ese momento no es capaz de diferenciar entre dibujo y escritura.Así a partir de los cuatro años aparecen los primeros grafemas reconocibles, pero dependerá de el modelo utilizado. Como lo que realiza el niño es una descomposición visual de los elementos más simples, la gama de dificultades que puede encontrar en la imitación irá desde pequeñas diferencias en la reproducción a direcciones inadecuadas o grafemas irreconocibles. La permanencia de estos hábitos, si no se realiza una corrección inmediata, favorecerá las dificultades en la escritura pudiéndose generar la aparición de alguna disgrafía.La adquisición de la forma de las letras se completará durante el aprendizaje al que se somete al niño durante su escolaridad. Ajuariaguerra distingue tres etapas: Fase precaligráfica: el niño es incapaz de superar las exigencias de las formas caligráficas. Los trazos estan rotos, temblorosos, arqueados o retocados; las curvas están abolladas, angulosas, mal cerradas; la dimensión e inclinación de la letra está incontrolada; las uniones son torpes; la línea es irregular o descendiente bruscamente; los márgenes desordenados, etc.Al escribir el niño se esfuerza por conseguir la regularidad pero no lo consigue por la incapacidad motriz que lo afecta Esta etapa varía según las posibilidades motrices o intelectuales. Fase caligráfica infantil: se inicia sobre los ocho o nueve años. La escritura se aligera y regulariza; comienza a “inventar” las uniones de las letras sin originar ninguna modificación; es frecuente el collage; las líneas son rectas, los márgenes se distribuyen correctamente; parece haber llegado a un perfeccionamiento de estilo. Fase poscaligráfica: la llegada a la adolescencia, la estructura de la personalidad, las exigencias de velocidad o la economía del gesto son algunos de los factores que influyen en el proceso innovador que tiende a simplificar los enlaces, modificar las letras o a despojarlas de todo adorno. La escritura comienza en esta etapa a expresar ciertos aspectos de la personalidad del individuo que no son fruto del azar.En el proceso evolutivo existen grandes diferencias entre individuos, también de carácter social y cultural.DiagnósticoEl Diagnóstico en el aula consiste en precisar el grado de alteraciones y puntualizar el tipo y frecuencia del error gráfico, procedimiento para el cual se necesitará corregir diariamente las producciones del niño, destacando las fallas para reeducar con la ejercitación adecuada. De forma individual, se realizarán pruebas tales como:Dictados: de letras, sílabas o palabras. Se dicta un trozo de dificultad acorde con el nivel escolar del niñ
;o. Lo más simple consiste en extraerlo del libro que habitualmente usa el niño, correspondiente al grado que cursa. Realizar el análisis de erroresPrueba de escritura espontánea: destinada a niños que ya escriben. La consigna es: “escribe lo que te guste” o “lo que quieras”. Del texto se señalarán los errores cometidos, siguiendo la clasificación de aquellos que son frecuentes.Copia: de un trozo en letra de imprenta y de otro en cursiva, reproducir el texto tal cual ésta, y luego otros dos textos, uno en imprenta para pasar a la cursiva, y otro en cursiva para pasar a la imprenta.Aquí observaremos si el niño es capaz de copiar sin cometer errores y omisiones; o bien si puede transformar la letra ( lo que implica un proceso de análisis y síntesis)Si el niño no logra copiar frases, se le pedirá que copie palabras, sílabas o letras¿Cuál sería el tratamiento?Abarca una amplia gama de actividades que podrán ser creadas por el docente al tener el registro de errores que comete el niño. Se recomienda llevar un cuadernillo o carpeta aparte de la del trabajo en aula, para facilitar la inclusión de nuevos ejercicios y la corrección minuciosa.El tratamiento tiene por objetivo recuperar la coordinación global y manual y la adquisición del esquema corporal; rehabilitar la percepción y atención gráfica; estimular la coordinación visomotriz, mejorando el proceso óculo-motor; educar y corregir la ejecución de los movimientos básicos que intervienen en la escritura (rectilíneos, ondulados) así como tener en cuenta conceptos tales como: presión, frenado, fluidez, etc., mejorar la ejecución de cada una de las gestalten que intervienen en la escritura, es decir, de cada una de las letras; mejorar la fluidez escritora; corregir la postura del cuerpo, dedos, la mano y el brazo, y cuidar la posición del papel.El tratamiento de la disgrafía abarca las diferentes áreas:Psicomotricidad global Psicomotricidad fina: La ejercitación psicomotora implica enseñar al niño cuales son las posiciones adecuadas a) Sentarse bien, apoyando la espalda en el respaldo de la silla, b) no acercar mucho la cabeza a la hoja, c) acercar la silla a la mesa, d) colocar el respaldo de la silla paralelo a la mesa, e) no mover el papel continuamente, porque los renglones saldrán torcidos, f) no poner los dedos muy separados de la punta del lápiz, sino éste baila y el niño no controla la escritura, g) si se acercan mucho los dedos a la punta del lápiz, no se ve lo que se escribe y los dedos se fatigan, h) colocar los dedos sobre el lápiz a una distancia aproximada de 2 a 3 cm de la hoja, i) si el niño escribe con la mano derecha, puede inclinar ligeramente el papel hacia la izquierda y j) si el niño escribe con la mano izquierda, puede inclinar el papel ligeramente hacia la derechaPercepción: Las dificultades perceptivas (espaciales, temporales, visoperceptivas, atencionales, etc.) son causantes de muchos errores de escritura (fluidez, inclinación, orientación, etc.) se deberá trabajar la orientación rítmico temporal, atención, confusión figura-fondo, reproducción de modelo visualesVisomotrocidad: La coordinación visomotriz es fundamental para lograr una escritura satisfactoria. El objetivo de la rehabilitación visomotriz es mejorar los procesos óculomotrices que facilitarán el acto de escritura. Para la recuperación visomotriz se pueden realizar las siguientes actividades: perforado con punzón, recortado con tijera, rasgado con los dedos, ensartado, modelado con plastilina y rellenado o coloreado de modelos.Grafomotricidad: La reeducación grafomotora tiene por finalidad educar y corregir la ejecución de los movimientos básicos que intervienen en la escritura, los ejercicios de reeducación consisten en estimular los movimientos básicos de las letras (rectilíneos, ondulados), así como tener en cuenta conceptos tales como: presión, frenado, fluidez, etc.Los ejercicios pueden ser movimientos rectilíneos, movimientos de bucles y ondas, movimientos curvilíneos de tipo circular, grecas sobre papel pautado, completar simetría en papel pautado y repasar dibujos punteadosGrafoescritura: Este punto de la reeducación pretende mejorar la ejecución de cada una de las gestalten que intervienen en la escritura, es decir de las letras del alfabeto. La ejercitación consiste en la caligrafía.Perfeccionamiento escritor: la ejercitación consiste en mejorar la fluidez escritora, corrigiendo los errores. Las actividades que se pueden realizar son: unión de letras y palabras, inclinación de letras y renglones, trabajar con cuadrículas.Colaboración: Myrian Mabel Báez Lic. en Psicopedagogí[email protected]





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