BUENOS AIRES (DyN). A tres semanas de las elecciones presidenciales, la diputada bonaerense Mónica López anunció su alejamiento del massismo y su respaldo a la candidatura de Daniel Scioli, porque a su criterio el peronismo “debe ganar en primera vuelta”.La maniobra generó todo tipo de comentarios en el ambiente político ayer que debate el trasfondo del pase a apenas semanas de las elecciones generales.Así, el candidato presidencial por el frente UNA, Sergio Massa, acusó al Gobierno nacional de utilizar “látigo y chequera” en su contra, luego de que se conociera el alejamiento de dirigentes de su fuerza política al Frente para la Victoria.“Cuanto más látigo y chequera use el Gobierno, más voy a pelear por la Argentina en la que viene”, enfatizó Massa, quién dijo estar “concentrado en construir un cambio”.El diputado opositor advirtió: “No me doblan moviendo dirigentes porque los cambios los construye la gente”. “Se termina una etapa, y con el fin de esa etapa, se terminan los métodos que un día con un agente de inteligencia, y otro día con algún dirigente, creen que te pueden doblar la moral”, puntualizó.Además, aseguró: “Yo no cambio mi sueño de país por más obstáculos que me quiera poner el Gobierno, porque la Argentina es un gran país, un país rico, con un programa serio, un equipo responsable y con liderazgos democráticos, va a salir de la chatura y se va a transformar en un país potente”.“Se termina una etapa donde los métodos k un día con agentes de inteligencia y otros con algún dirigente creen que te pueden doblar la moral”, agregó.En tanto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró ayer que “no es ilógico” que López, candidata a Parlamentaria del Parlasur del frente UNA, haya decidido alejarse de esa fuerza para apoyar la candidatura presidencial de Daniel Scioli. “Puede venir al peronismo y al Frente para la Victoria un radical o un dirigente de otro pensamiento ¿y no puede venir, no puede volver, alguien que estuvo trabajando con nosotros?”, señaló Fernández.Para el jefe de Gabinete, “no es algo ilógico que alguien que formó parte del peronismo, si entendió en algún momento que había un camino político alternativo y se da cuenta que no existe tal camino, vuelva al lugar donde pertenecía”.“No me parece para nada ilógico”, subrayó el funcionario en sus diarias declaraciones a la prensa antes de ingresar a su despacho en la Casa de Gobierno.Consultado sobre el pase al kirchnerismo de López desde UNA previo a las elecciones del 25 de octubre, Fernández como candidato a gobernador bonaerense aclaró: “Yo no la conozco a la señora, la vi una vez en un programa de televisión, la saludé, por supuesto, con respeto”. De su lado, el gobernador de Córdoba e integrante del frente UNA, José Manuel de la Sota, afirmó ayer que la diputada Mónica López dio “una borocoteada” y remarcó que “tendrá que explicarle a la ciudadanía las razones de peso que ha tenido para pegar esta voltereta”.“Ahora la veo dar una borocoteada y adherir a la candidatura de quién denunció penalmente y de quién dijo cosas irrepetibles. Si bien es cierto que estos tiempos son para que Discepolín escriba la versión dos de su famoso ‘Cambalache’, pienso que la señora López tendrá que explicarle a la ciudadanía las razones de peso que ha tenido para pegar esta voltereta”, sostuvo el gobernador.Mediante un comunicado difundido a la prensa, De la Sota recordó sobre la diputada “haber leído que denunció penalmente al gobernador Scioli por las inundaciones ocurridas en La Plata y había pedido el juicio político”. “Eso me pareció exagerado, pese a mi condición de antikirchnerista reconocido. Después vi por televisión que había pedido el juicio político de Scioli por el mismo tema”, añadió.Se abrió el libro de pasesEn el sciolismo esperan más fugas del Frente Renovador a sus filas. Estaban seguros que con la dirigente peronista, iba a llegar su marido, Alberto Roberti, jefe del bloque massista en Diputados, pero eso no sucedió. A pesar de sus críticas al tigrense, el dirigente petrolero avisó: “Salvo que me rajen, sigo con Massa”. Ahora aguardan que llegue a su fuerza el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el electo mandatario provincial de Córdoba, Juan Schiaretti.El rionegrino ya mostró su apoyo a Scioli antes y después de las elecciones primarias aunque siempre negó su pase al kirchnerismo.“Ésto no significa que vaya a pertenecer al FpV. Insisto que el diálogo con el gobernador y candidato a presidente tiene que ver con la institucionalidad provincial”, decía en agosto.Un respaldo más explícito de Weretilneck, podría ser un empujón importante para Scioli. El mandatario sacó casi el 53% de los votos en las elecciones provinciales, donde el ex motonauta no hizo campaña porque La Cámpora se adueñó de las listas y dejó afuera al PJ.El otro espaldarazo que busca el candidato presidencial es el de Schiaretti. Un gesto de él podría significar una conquista de los votos que Scioli necesita para evitar el balotaje.El cordobés ganó las elecciones provinciales de la mano de la alianza que sellaron el actual mandatario local, José Manuel de la Sota y el candidato presidencial de UNA, Sergio Massa, pero las declaraciones de su esposa podría significar su pase de bando y con él, el del peronismo de ese distrito, un sector codiciado por todos los que aspiran a suceder a Cristina Kirchner.





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