“El objetivo del Programa Conectar Igualdad es introducir y fomentar el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como herramienta de aprendizaje en todas las áreas curriculares. Así mismo, las computadoras que entrega el programa fueron desarrolladas especialmente con fines educativos y tienen programas y funcionalidades que no tienen las computadoras que se compran en los comercios. Todos los alumnos secundarios de escuelas públicas, de escuelas de educación especial y de institutos de formación docente dependientes del Estado recibirán netbooks”, sostiene la página oficial del Programa nacional.Sin embargo, estos objetivos no son más que eso para alumnos obereños que reclaman por sus computadoras: sucede que el programa tiene normas poco prácticas por lo que algunos estudiantes de escuelas secundarias pasan largos períodos de tiempo sin su computadora portátil. “La netbook de mi hija se descompuso, la mandaron a arreglar y hace tres años que espera que puedan solucionar el problema de la máquina. En todo este tiempo mi hija está excluida, que no me venga a hablar de inclusión”, manifestó el padre de una alumna de la Escuela Normal de Oberá en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.La problemática se extiende a la mayoría de las instituciones de esta localidad. Por lo general, los desperfectos que suelen tener las netbooks no pueden ser atendidos o solucionados por técnicos locales, sino que deben enviarse por correo a los profesionales habilitados dependientes del programa. En la mayoría de los casos, las máquinas no han regresado. “Mi hijo ya dejó de preguntar por su computadora, porque sólo le dicen que tiene que esperar. Lo triste es que no fue por alguna negligencia, sino que la máquina vino con fallas de fábrica”, se quejaron otros padres y agregaron “no entendemos porqué no autorizan a que las llevemos a arreglar de manera particular, ya que nos hacen firmar el comodato a los padres, podríamos tener esa autoridad”. Varios casosLa situación se presenta en varias instituciones locales. La madre de un alumno de la Escuela de Comercio denunció que “juegan con la ilusión de los chicos. Hicieron un gran acto para entregarles las netbooks y ahora nadie se hace cargo de su reparación. Lo triste es que no son pocos los casos y así, si fuera uno solo, tendrían que cumplir con lo que prometen”, remarcó.Cada institución tiene técnicos informáticos designados que deben asegurarse que las conexiones funcionen, como la instalación eléctrica a la red inalámbrica de internet, necesaria para que el programa funcione.Pero, “los técnicos están para problemas menores, como por ejemplo, para desbloquear las computadoras. Pero si el problema es interno, no pueden tocarlas”, explicó a PRIMERA EDICIÓN María Elena Czajkowski, directora de la Escuela Normal Superior 4. En dichos casos, la situación se comunica a través de un e-mail. “Entonces viene la gente del correo a buscar la computadora y una vez solucionado el desperfecto, la vuelve a traer”.En Oberá hay casos de alumnos que hace dos o tres años que no tienen las netbooks. Pero Czajkowski dijo desconocer si en su institución sucede una situación similar. “Sabemos que, por lo general, suele tardar en volver la netbook. Pero ya escapa a nuestra posibilidad agilizar el arreglo. Lo que pedimos es que los alumnos que tengan inconveniente se acerquen a los técnicos, que pueden hacer un seguimiento. Generalmente los problemas son roturas de teclas, daños por caída, entre otras cosas”, afirmó.El procedimientoSegún la página oficial, si la netbook se rompe o bloquea, el alumno debe consultar con el referente técnico de su escuela para que diagnostique el problema y determine los pasos a seguir. Si no puede solucionarlo, él mismo o el director de la escuela pueden recurrir al equipo provincial de referentes técnicos. En todos los casos se debe generar un ticket de reparación para el alumno, para que a través del mismo, siga el estado del reclamo.





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