Pensé que si ellos lo hacen ¿podré hacerlo yo? Y ahí fuimos, al Rincón Venecitas para encontrarnos con la arquitecta Viviana Roth y su esposo psicólogo, Marcos Barreto, y ver hasta dónde podemos avanzar con el mosaiquismo. Les digo que crear murales con venecitas, dejando salir el mosaiquismo naturalmente, puede ser el motivo de ese estanque de amor y paz que la pareja irradia. En el taller se respira tranquilidad mientras los colores te distraen hacia uno y otro lado. Las obras que van creando, los trabajos de alumnas que dejan a medio hacer porque volverán a terminarlos y llevárselos a casa, todo es un recreo para la vista. Cientos, miles de venecitas de colores esperan que las ocupes, pues según Viviana y Marcos, “es fácil”, siempre que tengas ganas “al principio podés crear los bordes de un espejo, comenzando con algo simple y luego avanzar con otros dibujos en una plancha para una mesa de jardín, bandejas, lámparas” o un cuadro en el que por ejemplo, podemos combinar un moderno mosaico con una Frida o con alguna otra figura del arte mexicano. Un mosaico se refiere a las Musas, es del arte romano que comenzó en el siglo II. Eran obras que contaban historias, grandes piezas de arte creadas con pequeños trozos de piedra, cerámica, vidrio u otros materiales, incluso se utilizaron piedras preciosas en algunos casos; todos con tamaños similares, pueden ser con formas diferentes porque se las vas dando con los cortadores especiales. Esos pedacitos o trocitos se llaman teselas. Venecitas de Venecia, obvio, pero ese arte se fue contagiando y España tiene mucho de estos trabajos. Marcos nos hizo referencia a los mosaicos de Gaudí en el Parque Güell de Barcelona. Así, nosotros también podemos soñar con un rincón de colores, de una textura noble, suave, con relieves o lisos. Es pura creación que puede estar tanto en un patio como en el fondo de una pileta, la cocina, el baño, la entrada de casa… Marcos dicta los talleres, pero también juntos crearon el mural que vemos en la foto, y apenas recién terminado ya están trabajando con otras ideas, sumando pedidos. Uno de los trabajos que hicieron ambos es el fondo de una pileta de natación toda con venecitas y mosaicos, pero con el detalle de un sol realizado en la venecita transparente. Viviana está menos tiempo el taller porque tiene otro trabajo, que le demanda varias horas del día, pero cada vez que puede toma la cola vinílica y pega un mosaico. Les digo, es como un rompecabezas pero hecho en casa, creando tus propias piezas, tu propio dibujo y con un final eterno. Lo cierto es que, nos guste o no, este arte dejará más huellas en estos tiempos, pues está también de moda. Como el artista Marino Santa María que hizo dos murales para la estación Las Heras del subte H con un millón de venecitas, no sé si ya están terminados.Comencemos a soñar con nuestra intervención en macetas, cuadros, maderas… Para los talleres pueden llamar al 03764427679.Por Rosanna [email protected]




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