<p>POSADAS. La Justicia misionera decidió reimpulsar la causa que, hace poco más de un mes, desató el escándalo de la intervención telefónica a la Asociación del Personal Legislativo de Misiones (APL), según pudo establecer PRIMERA EDICION.Se trata de la búsqueda de un niño que desapareció el 10 de octubre de 2001 y jamás se volvió a tener novedades de él. En aquel entonces tenía cuatro años.La investigación estableció que el padre biológico, de unos 75 años actualmente, se lo habría llevado a Estados Unidos.Esa información fue resultado, precisamente, de la intervención telefónica a uno de los tantos números que brindó la madre del menor y que pertenecían al entorno más cercano del hombre que se llevó a la criatura.A casi nueve años de la desaparición de Mariano Iván Kaczuba, cuya fotografía aparece en el sitio oficial de Missing Children, el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, se apresta a pedir a esa organización internacional la realización de una proyección morfológica del menor, que en la actualidad tiene trece años.La intención es que, a través de esa pericia, se pueda tener un retrato aproximado del rostro de Mariano Iván.Una vez que se cumpla con esta diligencia, la nueva imagen será “subida” a Internet para renovar la esperanza de encontrarlo.La causa estaba literalmente detenida pero la madre del niño reapareció en 2009 y pidió la reactivación de la misma, porque habría accedido a la información de que su hijo habría regresado a la Argentina.En ese contexto se volvió a intervenir los teléfonos que la denunciante brindó a la Justicia en el 2001. Pero resultó que uno de los números era utilizado por la APL, que había alquilado el local -y la línea telefónica- a la hermana del hombre que se llevó el pequeño.Una fuente vinculada al expediente indicó que “acá no hubo Ciro James -en alusión al ex espía de la Policía Federal al que el juez federal Norberto Oyarbide procesó por espionaje telefónico- y se efectuaron las desgrabaciones de las intervenciones. Una de ellas, justamente, permitió establecer que el padre se habría llevado al pequeño a los Estados Unidos”, indicó.Sin embargo, la delicada coyuntura por la que atraviesa la Provincia, en materia de escuchas telefónicas (con dos jueces destituidos), le abrió las puertas al juez federal Norberto Oyarbide para pedir -mediante oficio- una auditoría de todas las intervenciones telefónicas efectuadas en los juzgados penales de Posadas desde el 2006.Curiosamente, el Superior Tribunal de Justicia de Misiones (STJ) accedió a ese pedido y designó a la camarista Lyda Gallardo, del Tribunal Penal 1 de Eldorado, al frente del relevamiento.La funcionaria terminó el viernes la auditoría en las dos secretarías del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, que subroga el magistrado Verón.Fuentes consultadas por este diario indicaron que el mediático juez Oyarbide se apresta a abrir otras causas, entre las que se encontraría la de APL, lo que promete otra cadena de escándalos sin parangones.En la misma sintonía pareciera avanzar la Cámara de Representantes de Misiones y la iniciativa de indagar a jueces y funcionarios judiciales que tengan vinculación con sospechosas -a su entender- intervenciones telefónicas.Otra arista interesante es que el caso Kaczuba se inició en el Juzgado de Instrucción 1, que allá por el 2001 estaba a cargo del ahora destituido Horacio Enrique Gallardo, lo que atrajo la atención del magistrado de Comodoro Py.El caso Kaczuba es investigado como “desaparición de persona”, por el juez Fernando Luis Verón.</p><p> </p><p> </p><p>“Viajó a Misiones y no regresó”En el 2004, el diario Clarín publicó la historia de Mariano Iván Kaczuba en un informe que hablaba de la problemática de los padres que desaparecen con sus hijos. A continuación se reproducen las manifestaciones efectuadas por la mamá del niño al matutino porteño: “Con Juan, mi concubino y padre de mis hijos, teníamos una buena relación, al menos eso creía yo, un comercio en Bosques, Florencio Varela, y un locutorio. Cada quince o veinte días él se iba a Misiones a visitar a su familia, a veces solo y a veces con el nene. En octubre del 2001 se fue a Posadas, pero nunca regresó”. La denunciante agregó después -según lo publicado por Clarín, que “desde entonces recorrí toda Misiones con una de mis hijas y mi yerno, y en algunos pueblos nos decían que los habían visto. Recorrí todos los jardines de infantes y las maestras me hacían pasar para ver a los chicos”. “Hasta que en uno de los pueblos, en Santa Ana, mi yerno ubicó una casa donde los vio, el nene estaba jugando afuera y una voz de mujer lo llamó por su nombre, Iván. Yo estaba en San Ignacio, así que nos trasladamos a Alem para hacer la denuncia policial. El comisario se comunicó con el de Santa Ana y luego mandaron efectivos al domicilio donde habían visto al nene. Pero allí le dijeron que no los habían visto desde hacía como un año, y que se habían ido al Paraguay. No sé por qué se está escapando con el nene, no entiendo”, consignó la mujer. </p>
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